Como
ya sabrán, en este mes de diciembre, pero del año 1991, desaparecía la URSS con
la firma del protocolo de Alma Ata, aunque prácticamente había desaparecido en
1989. Como hay que "recuperar la memoria histórica” y “la memoria
democrática”, vamos a dedicar unos artículos a este suceso.
La verdad es que el derrumbe de la URSS comenzó mucho antes con el proceso de reformas iniciadas por Mijail Gorvachov en 1985.
Con una gigantesca crisis económica después de casi 75 años de dictadura
comunista, y con una población que había perdido el miedo a la crueldad del
régimen, denunciando además la terrible corrupción del sistema, se lanzó a la
calle dispuesta a terminar con el estado soviético.
En dicho año 1989, las repúblicas bálticas, que habían sido víctimas del pacto
nazy-soviético en 1939, por el que se vieron forzadas a caer bajo la égida
soviética, decidieron romper los lazos con la URSS. Al mismo tiempo, hicieron
aparición los nacionalismos en las repúblicas del Cáucaso.
Por otra parte, como recordarán, en febrero del año siguiente, Gorbachov, con
su “perestroika”, daba un paso decidido y decisivo al renunciar al monopolio
que el PCUS venía ejerciendo prácticamente desde 1917. Esta circunstancia sirvió
para que Estonia, Letonia, Lituania y Moldavia manifestasen su deseo de
separarse de la URSS. El derrumbe estaba servido.
Este paso decisivo de las repúblicas bálticas, no fue el motivo principal de la
desaparición soviética: el movimiento decisivo vino precisamente de Rusia, en
donde en mayo de 1990 Boris Yeltsin, que había sido expulsado del PCUS tres
años antes, fue elegido presidente del Parlamento ruso, tomando medidas que
desencadenaron el final de la Unión Soviética.
En julio de ese mismo año, entre los días 2 y 13, tuvo lugar el vigésimo octavo
y último Congreso del PCUS. Edvard Shevardnadze ( I ),
que a la sazón era ministro de Asuntos Exteriores, dimitió en
diciembre. El motivo de tal dimisión fue porque él creía que iba a haber
un golpe de estado que retrasaría al país a los tiempos de Breznev.
En estas circunstancias, Gorbachov estaba siendo acorralado por los comunistas
y por las nuevas fuerzas de reforma. Trató de establecer un nuevo Tratado de la
Unión que permitiera sentar unos principios y unas bases de libertad. Como no
podía ser de otra manera, los comunistas intentaron salir con la suya tratando
de solucionar el problema por la fuerza. Consecuencia: el 19 de agosto de 1991,
Gorbachov fue secuestrado cuando se encontraba en su residencia veraniega. Un
grupo de comunistas dieron un golpe militar, que fracasó estrepitosamente
debido a la indisciplina y falta de unidad en el ejército, así como también al
rechazo popular del que fue objeto. Y para remachar el clavo, el PCUS fue
prohibido.
El pobre Gorbachov, que había sido uno de los pilares fundamentales del
derrumbe, se vio abandonado, dimitiendo como Presidente de una nación que ya no
existía el 25 de diciembre de 1991. Ese día la bandera de la URSS era arriada
en el Kremlin, siendo sustituida por la bandera de Rusia.
Continuará.
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