Como hay que “recuperar la memoria histórica”, veamos lo que decía la revista comunista “Ciudadanos” en el número 8 de los meses de mayo-junio de 2000. Entre otras coas se habla del tema de Saddam Hussein y de Iraq. Y como no podía ser de otra manera, nada se dice de los crímenes y atrocidades cometidas por este sujeto, relatadas en nuestro anterior artículo.
Se dice en la citada revista que la enseñanza en Iraq
era mixta y aconfesional. Mentira. Las mujeres están terriblemente
discriminadas y todo se hacía, y se hace, en nombre de Ala, incluso las
guerras.
Continúa diciendo la revista que “hoy Estados Unidos y Gran Bretaña vetan en el Consejo de Seguridad la
compra de lápices para Iraq, al considerarlos no esenciales, al igual que las
pizarras, las tizas, los cuadernos y el papel, cuya fabricación está prohibida
por el Consejo de Seguridad. En el marcado iraquí, un lápiz equivale al 2 % del
sueldo medio”.
Todo esto se paliaría si Saddan Hussein se hubiese
desprendido en su día de:
“Saddan
Hussein y su clan Al Takriti posee en el extranjero un patrimonio de 25.000
millones de dólares, según el semanario italiano ‘Il mondo’. Poseen inmuebles
Argentina, Brasil y Chile, adquiridos en los últimos años con la aprobación de
esos gobiernos. Sin embargo, el auténtico destino de la fortuna de Saddan
Hussein es Suiza, en cuyos bancos más importantes tiene depositados alrededor
de 10.000 millones de dólares. La fortuna habría sido acumulada con un sistema
financiero paralelo: una economía oficial fuertemente endeudada (más de 80.000
millones de dólares en 1.988) y otra clandestina, indica la publicación. A
través de la sociedad INOC, Saddan se guardaría el 5 % de los ingresos de
petróleo. Las cabezas financieras del régimen son Parzan Al Takriti y Kamal
Hussein, el primero embajador en la ONU en Ginebra y el segundo ministro del
petróleo”. (Diario “La Nueva España” de fecha 2 de
marzo de 1.991).
Sigue diciendo la revista comunista que “Iraq alberga las segundas reservas
petrolíferas del planeta. Para ello, los daños ocasionados al país durante la
Guerra del Golfo (según la ONU, 22 mil millones de dólares) y diez años de
sanciones, han sumido a su población en la miseria, la muerte y la
desesperación”.
En el citado periódico “La Nueva España” se lee
también el 2 de marzo de 1.991 un artículo intitulado “El estratega”. Dice así:
“Para
desviar la atención del país de las purgas políticas a que lo sometió para
hacerse en 1.979 con el control del Estado, además del que ya tenía sobre el
partido, Saddan Hussein se lanzó a una guerra de ocho años contra Irán
(1.980-1.988) que, como ahora, la prensa y la radio convirtieron en una
victoria. Irak, productor de petróleo y con una economía relativamente saneada
entonces, terminó la guerra contra Irán con una deuda de 70.000 millones de dólares
y un número de muertos que oscila, según diversas fuentes, entre 150.000 y
300.000. Dos años después de concluir la guerra con Irán y sin haber logrado
que los demás, sobre todo los ricos jeques del Golfo, pagaran los gastos de una
aventura militar, Irak lanzó su ejército contra Kuwait, quedando la
infraestructura económica y de servicios seriamente dañada”.
Como ya se puede suponer a la guerra contra Irán no
fue nadie como “escudos humanos”, como fue un pedante marxista infumable cuando
EE.UU. atacó Iraq.
En el mentado diario “La Nueva España” se publicaba el
16 de julio de 1.995:
“Aquí,
en 1.991, se voceaba ¡Saddan, ven y
mátalos! Eso era lo que gritaban algunos manifestantes por las calles de
Oviedo: se ponían de parte de un canalla, el dictador de Iraq, para que viniese
a asesinar también a los demócratas españoles”
Para terminar, y como ya dijimos en el anterior
artículo el odio a la libertad y a EE.UU. hermana mucho. Los comunistas, como de costumbre, son
maestros en el arte de mentir, engañar y odiar. Son incapaces de hacer una
simple revisión filosófica de sus orígenes y fundamentos. Aceptan el marxismo a
ciegas sin un mínimo análisis. Y cuando una ideología se acepta ciegamente, es
que hay poco de racionalidad.
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