Así se intitula el libro de Fernando Díaz-Plaja,
Editado por Plaza & Janés, S.A., Editores, 1970, 195 páginas, aunque al
final del libro figuran los apartados “Índice” y “Obras de Fernando
Díaz-Plaja”, que están sin numerar. Como decíamos en la anterior entrega, vamos
a dedicar unas a este magnífico libro.
En el apartado intitulado “Visita a la URSS”,
páginas 102 a 110, nos habla el autor de “en toda la URSS no hay bolígrafos,
y los pocos que hay los traen como regalo – se ha corrido la voz – los viajeros
que aquí llegan.
“A estas críticas responden los soviéticos
o sus amigos comunistas de todo el mundo que el país no podía lanzarse al mismo
tiempo en todas las direcciones industriales y que ha preferido dedicar su
atención a lo importante, dejando las comodidades para más adelante. Pero,
según mis informes, el desfase entre la ciencia occidental y la soviética toca
muchas veces ‘también’ lo importante. Durante mi estancia en Moscú, se celebraba
una exposición técnica internacional, y un expositor francés me confesó su
asombro ante las computadoras que los rusos exhibían en su stand.
-
Llevan cinco años de retraso – me dijo
– Ese tipo de maquinaria la vendían los norteamericanos en París en 1961 y está
muy superado.
La misma impresión medio el ingeniero de
una empresa italiana que está montando una fábrica de gas a doscientos
kilómetros de Moscú, en colaboración con otras casas francesas y alemanas. El
hecho de que un país tan celoso de su prestigio acepte que unos países
capitalistas vengan a montar aquí unas industrias es bastante revelador. Y el
italiano aludido me confirmó que los ingenieros rusos que trabajaban a su vera
mostraban tanto una increíble afición por aprender . . . ¿Cómo hacen ustedes
eso? ¿Por qué lo hacen así y no de otra manera? . . .como un abismal retraso
técnico. ‘Utilizan métodos abandonados en Italia hace diez años’ ¿Cómo se
explica entonces lo de los cohetes espaciales? Se encogió de hombros. ‘Técnico
alemanes capturados durante la guerra. . .’”(Páginas 102 y 103)
En la página 106 nos dice el autor que “. . .lo que
los economistas soviéticos han descubierto ha sido, sencillamente, la ley de la
oferta y la demanda, hasta ahora ignorada por el régimen. Han descubierto también
que el consumidor quiere elegir y que el obrero está más contento cuanto más
gana, un principio totalmente burgués. Por vez primera también, se habla aquí
de ‘beneficio’, palabra anatema para la sociedad comunista”.
En el último párrafo de este apartado, se lee:
“. . . Ahora bien, dentro de veinte años
habrá de todo. La población de la URSS tendrá la posibilidad de satisfacer enteramente
sus necesidades en alimentación de alta calidad y variada. Hoy y mañana, memoria
del desarrollo económico de la URSS. Ediciones del Progreso, Moscú (s.f.ed.fr.
pág.112)”
¡Quién les iba a decir que precisamente al cabo de 20
años de editarse este libro la URSS iba a desplomarse!
En la próxima y última entrega el apartado “Notas
soviéticas. Resumen y colofón”, páginas 189 a 195.
Continuará.
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