(Romance)
“-¿Dónde
vas Adriana Lastra
dónde
vas triste de ti?
-Voy
en busca de los votos
que
allá en Madrid los perdí
y
ahora lloro y me lamento
por
la pata que metí
pues
creí que dando gritos
en
un tono borreguil
conseguiría
sin duda
votos
para mi Angelín,
Gabilondo
de apellido
nuestro
candidato allí
sin
tener en cuenta ¡cielos!
que
solo era un querubín
como
su nombre lo indica
¡Qué
fallo, triste de mí!
Porque
si ahora extrapolo
lo
que nos pasó en Madrid
mi
carrera tan brillante
pronto
tocaría a su fin
un
fin que nunca esperaba
con
lo lista que salí.
-¡Ay
Adriana no extrapoles
no
me extrapoles por Dios
pues
nos veo extrapolados
a
ti, a mí o a los dos!
(Esto
dice Pedro Sánchez
que
a Gabilondo embarcó
en
un barco algo averiado
que
un día cuatro naufragó)
-No
me gusta el “extrapole”
Adriana
¡que no y que no!
pues
para buen “extrapole”
el
de El Coletas bastó
y
bien está extrapolado
el
que tanta lata dio
quien
quiso asaltar los cielos
y
nunca lo consiguió.
Y
menos mal que no hubo
una
tragedia mayor
que
no adivinó Tezanos
el
gran adivinador
que
nos dio escaños bastantes
para
hacer un batallón.
-Es
que Tezanos padece
estrabismo
al por mayor
y
donde son veinticuatro
él
pone cuarenta y dos
y
tratándose del PSOE
va
y cuenta de dos en dos.
Pues
saquemos moraleja
de
esta penosa ocasión:
No
te creas las encuestas,
no
te fíes nunca, no
que
si las hizo Tezanos
de
la luna las sacó”.
Francisco Alonso-Graña del Valle
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