Como es lógico y obvio, el desarrollo consiste en ir
de lo inferior a lo superior, aunque parece que en estos tiempos “modelnos” la
cosa es al revés. Las primeras personas vivieron durante miles y miles de años
en un estado y modo de vida parecido, y sólo parecido, al estilo animal, si
bien existían cosas esencialmente distintas, pues la persona ha alcanzado un
grado de civilización, cosa que no ha
hecho la raza animal.
Dicho desarrollo fue de una gran lentitud. Se sabe que el hombre apareció sobre la Tierra
hace unos dos millones de años aproximadamente. Sin embargo, la civilización
más antigua conocida es la de Egipto, que como quien dice “apareció ayer”, pues
se remonta al año 4.500 a. de C.
Las cosas esenciales distintas que mencionábamos antes
eran que, a diferencia de los animales, las personas solucionaban sus problemas
y necesidades que les presentaba la vida de un modo reflexivo, no a base de
instinto. Por otra parte, el animal no sabe ni puede superar sus dotes físicas
naturales. La persona, sí. Como muestra de esto, ahí están los primeros
inventos para superar sus limitaciones físicas: el hacha, las flechas, el arco,
la lanza, etc, etc. Esta superación era por motivos biológicos, como es obvio.
Además de esta superación física y material, también
aparecieron ideas que nada tenían que ver con todo esto, como lo demuestran las
pinturas rupestres que se encontraron en las cavernas, pinturas que,
obviamente, no podía hacer ningún animal.
Como puede verse, desde los primeros tiempos la persona está dotada de
imaginación, de reflexión y de capacidad de invento.
Se ha observado en las primeras civilizaciones que
unas son más técnicas que otras, como es el caso de la egipcia y la de
Babilonia, superiores ambas, por ejemplo, a la India. Como muestra de esto, ahí
estaban las pirámides de la primera y las torres de la segunda que, además de
ser unos auténticos monumentos, eran templos religiosos y centros de
observación astronómica.
En cuanto a leyes, normas, reglamentos o códigos, lo
primero que aparece es el código del rey babilonio Hannmurabi, que data del año
2.000 a. de C. Si bien este código contemplaba cosas impensables hoy, como la
esclavitud o la ley del Talión, bien es cierto que representó un avance en lo
que se refiere a las relaciones humanas, pues no es lo mismo tener alguna ley
que no tener nada.
Por otra parte, en el aspecto espiritual el avance fue
en proporción más rápido, pues entre los
siglos V I I I al V a. de C. aparecen
los profetas, así como Confucio, Buda y Zoroastro y los primeros filósofos griegos. Las
doctrinas religiosas y filosóficas de estos personajes, no solamente
contribuyeron al desarrollo cultural, sino también al desarrollo moral de la
persona.
Continuará.
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