miércoles, 3 de enero de 2024

Servilismo


 

Según el Diccionario de los “inmortales” de la RAE, la palabra servilismo, en sus dos acepciones,  se define como:

a).- “Ciega y baja adhesión a la autoridad de alguien”.

b).-  “Orden de ideas de los denominados serviles.”

Vamos a fijarnos sólo en la primera acepción, que consideramos la más interesante.

Dicho servilismo, no cabe duda que limita, cercena, obstruye y destruye las propias ideas e incluso las convicciones. De esto saben mucho los “militantes” de partidos o ideologías.

El motivo principal que lleva al servilismo suele ser el afán de medrar y ascender.  Con tal de obtener el favor o favores del jefe a quien se sirve ciegamente, se llega a situaciones y extremos de lo más execrable. Así, hay sujetos y “sujetas” y “sujetes”, que suelen ser de una grisura mental atroz, que son capaces de perder barcos y honra por el citado servilismo, mintiendo, difamando, calumniando,  pisoteando, etc, etc. Y lo más curioso es que se consideran dialogantes y exigen a todas horas diálogo y más diálogo. Pero lo que no tienen en cuenta es que en un verdadero diálogo lo que se busca y se pretende es encontrar y descubrir la verdad objetiva  y no enfrentamientos. Algunos de estos “dialogantes”, personajes loquinarios ellos, suelen cambiar la chaqueta cuando las ven venir mal dadas.

Además, ¿de qué clase de diálogo hablan, cuando los citados sujetos y “sujetas” y “sujetes” no pueden salir de lo que dicta el panel ideológico, así como del manual del agit-prop? ¿Qué clase de diálogo es el que postulan, si lo único que hacen es envenenar a la gente omitiendo información para que así no se pueda pensar ni opinar, convirtiendo al “pueblo soberano” en una masa que puede creer cualquier disparate que se le cuente?



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