Cuando ciertos
“mass-media” quieren transmitir algo sobre la Historia, de lo primero que se
ocupan es de eliminar lo esencial de la noticia, para después emplear todas las
maneras posibles para hablar de una cosa o de un asunto, con lo que se
distorsiona la verdad. La táctica es bien sencilla: falsear la realidad de tal
modo que no aparezca la más mínima contradicción.
Si nos basamos solamente en nuestros conocimientos adquiridos por experiencia
directa en nuestras vidas, dichos conocimientos serían mínimos. Nuestros
padres, abuelos, maestros, amigos, etc, nos han transmitido muchas cosas a
través de la palabra, ya sea escrita o hablada, es decir, nos lo han
transmitido a través del lenguaje. Por tanto, existe una relación íntima entre
dichos conocimientos y el lenguaje.
Al mismo tiempo, si ese lenguaje es usado tendenciosamente, lo que resulta es
el control del pensamiento, como había programado Antonio Gramsci en su día y
que tal parece que aún sigue vigente.
En la obra “1984”, de Eric Arthur Blair, más conocido por George
Orwell, publicada en 1949, comentada en este blog con fecha 26 de diciembre de
2023, ya nos habla el autor del nuevo lenguaje impuesto, la “Novalengua”,
que consistía simplemente en reducir y limitar cada vez más el número de
palabras, con lo que se conseguía, obviamente, reducir el pensamiento
encerrándolo y encasillándolo conforme a lo que quería la jerarquía.
Por otra parte, y a pesar de este lenguaje falso, el transmisor de ideas busca
“argumentación”. Y para esto recurre a todo tipo de sofismas: desde el manido
“ad verecundiam”, pasando por el “ad hominen”, siguiendo por el “ad
ignorantiam” y el “ad odium”, y terminando por el “ad baculum”, etc. Dicha
“argumentación” consiste en captar la atención sobre ciertas cosas que
interesan, aunque tal “argumentación” esté exenta de toda lógica.
Además de esto, usan y emplean la simplificación al máximo, con lo que se cae
en la dicotomía: buenos y malos, o amigos y enemigos. Así de sencillo.
También se emplea otra táctica: la de la asimilación, que consiste en que lo
que se va a juzgar sea similar, igual o semejante, a otro asunto que es
conocido, y que no tiene nada que ver con lo que se está exponiendo, pero el
“analista” se encargará de buscar rasgos y características comunes, terminando
en una extrapolación totalmente inconsecuente.
Y así nació la ley para
“la recuperación de la memoria histórica” “zapateril”, y la ahora “memoria
democrática” del “sanchismo”, que pretenden arreglar cuentas con el pasado.
Obviamente, la Historia no se revisa con una ley.
Lo que hay que hacer es
un análisis imparcial y verdadero de los acontecimientos de la Historia, y no
explicar y difundir de forma esquemática y parcial con tergiversaciones,
omisiones y falsas interpretaciones.
La historia no se
explica ni se enseña a base de datos de buenos y malos, ya que, si esto se
hace, se caerá fácilmente en el mito, omitiendo los hechos reales.
En lo que queda de
España se está inoculando un virus exterminador por mor de la “recuperación de
la memoria histórica” y de la “democrática”. Hacer esto después ochenta años
después de finalizado la Guerra Civil es, cuanto menos, un auténtico disparate.
El enfrentamiento social está servido. Ahí tienen a los “parlamentarios”
fomentándolo
Recomendamos leer “Adiós España. Verdad y mentira de los
nacionalismos”, libro de Jesús Laínz, Ediciones Encuentro, 2.004, prologado por
Stanley G. Payne, 834 páginas;“Contra la mentira”, autor Pío Moa,
ediciones LIBROSLIBRES, 2.003, 271 páginas; “El fundamentalismo democrático. La democracia española a examen”, autor Gustavo
Bueno Martínez, Editorial “Temas de hoy”, 416 páginas;“El negocio de la libertad”, autor Jesús Cacho, Foca Ediciones y
Distribuciones Generales, S. L., 652 páginas, incluido el Índice General; “España contra
Cataluña. Historia de un fraude”, autor
Jesús Laínz, Editorial Encuentro S.A. Madrid
2014, 414 páginas incluido Índice Onomástico; “Hijos de la LOGSE”, autor Francisco Robles, Editorial Toro Mítico, S.L., 2.008, 221 páginas; “Históricamente incorrecto”, autor Jean Sévillia, editado por Criteria Club
de Lectores, 2.009, 398 páginas incluido el Índice Onomástico; “Ignorancia y libertad”, autor Lorenzo
Infantino, publicado por “Unión Editorial”, Madrid 2004, 293 páginas;“La ideología invisible”, autor Jesús Trillo-Figueroa, Editorial LIBROSLIBRES,
Madrid 2005, 377 páginas; “La nación
falsificada”, autor Jesús Laínez, Ediciones Encuentro, S.A.,Madrid, 2006, y
“La Republica del crimen. Cataluña
prisionera. 1936-1939”, libros comentados en este blog.
Y terminamos con un párrafo del gran filósofo Ortega y
Gasset:
“La aberración visual que solemos padecer en las
apreciaciones del presente español queda multiplicada por las erróneas ideas
que del pretérito tenemos . . .Por un curiosa inversión de las potencias
imaginativas, suele el español hacerse ilusiones sobre su pasado en vez de
hacérselas sobre el porvenir, que sería más fecundo”.
El que quiera entender que entienda.
Nota.- La imagen
es una violación y profanación por los rojo-republicanos del Cementerio Viejo
de Oviedo, durante la Guerra Civil.
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