Como decíamos en la anterior
entrega, en ésta veremos algunas frases de Revel,
muchas de ellas extraídas de sus libros “La
gran mascarada”, “El conocimiento inútil”, “La tentación totalitaria”, y “La obsesión antiamericana”. Ahí van:
“El objetivo del tercermundismo es acusar y si fuera
posible destruir las sociedades desarrolladas, no desarrollar las atrasadas”.
“La globalización es el chivo expiatorio de los
inútiles”.
“Si concebimos la libertad de manera abstracta e
irrealista terminamos concibiendo de manera abstracta e irrealista la violencia”
“La utopía no está sujeta a ningún resultado obligado. Su única función es
permitir a sus adeptos condenar lo que existe en nombre de lo que no existe”.
“Prestar dinero sin límites a un país sin estructuras económicas, políticas
o jurídicas viables…es lo mismo que echar gasolina en el depósito de un coche
que carece de motor. Triplicar la dosis de carburante no logrará ponerlo en
marcha”.
“El argumento según el cual el comunismo es democrático porque contribuyó a
la lucha antifascista es de tan poco recibo como el que considerara que el
nazismo fue democrático porque participó en la lucha contra el estalinismo”.
“Todos los regímenes totalitarios tienen en común ser ideocracias:
dictaduras de la idea…la distinción entre el totalitarismo directo, que anuncia
de antemano claramente lo que pretende realizar, como el nazismo, y el
totalitarismo mediatizado por la utopía, que anuncia lo contrario de lo que va
a hacer, como el comunismo, se convierte en secundaria pues el resultado, para
los que los sufren, es el mismo en los dos casos. El rasgo fundamental en los
dos sistemas es que los dirigentes, convencidos de estar en posesión de la
verdad absoluta y de dirigir el transcurso de la historia para toda la
humanidad, se sienten con derecho a destruir a los disidentes, reales o
potenciales, a las razas, clases, categorías profesionales o culturales, que
consideran que entorpecen o pueden llegar un día a entorpecer la ejecución del
designio supremo”.
“La genialidad del comunismo ha residido en autorizar la destrucción de la
libertad en nombre de la libertad. Permitía aniquilarla a sus enemigos o
justificar a los que la aniquilaban en nombre de una argumentación progresista”.
“Los socialistas contemporáneos, totalitarios “light”, al menos en sus
estructuras mentales y verbales, yerran cuando imaginan que los liberales
proyectan, como ellos, la creación de una sociedad perfecta y definitiva, la
mejor posible pero de signo contrario a la suya.”
“El club con más socios del mundo es el de los
enemigos de los genocidios pasados. Sólo tiene el mismo número de miembros el
club de los amigos de los genocidios en curso”.
“La certeza de ser de izquierdas descansa en un
criterio muy simple, al alcance de cualquier retrasado mental: ser, en todas
las circunstancias, de oficio, pase lo que pase y se trate de lo que se trate,
antiamericano”.
Nota.- Como decíamos en la primera entrega, los libros
arriba mencionados están comentados en este blog.
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