Como ya saben, una de las nuevas caras de la ideología marxista-leninista es el feminismo disfrazado, cuyo origen totalitario está basado en dicha ideología, aunque los miembros, “miembras” y “miembres” que participan en todo tipo de manifestaciones sobre el asunto, ni tengan ni idea de dónde procede.
Una de las “jefas” de este feminismo, la ínclita e
inefable Irene Montero dijo que “el movimiento
feminista está diciendo una cosa que no es sencilla de asumir para la mayoría
de los partidos políticos que tienen representación parlamentaria, y es
que el sistema económico actual es
absolutamente incompatible con la vida”, diciendo a
continuación que “así no se puede vivir”, manifestando
que había que dar vuelta al sistema económico.
La verdad es que esta gente, además de odiar, engañan
y mienten. Si se da vuelta al sistema económico, para implantar su adorado
comunismo, esta tiparraca no podría cobrar los miles y miles de euros anuales,
como tampoco podría tener un chaletazo de lujo de casi medio millón de euros de
valor catastral. También otros, otras y “otres” de su partido, tienen lujosa mansiones
y otras muchas cosas. Ninguna mujer de los pocos países comunistas que quedan
tiene estos privilegios. Las personas huyen de los países comunistas a los
capitalistas, Irene.
Esa vuelta del sistema económico, lo está
experimentando en estos momentos Venezuela, país sumido en una auténtica
miseria y desesperación, a pesar de su riqueza petrolífera.
Los principios marxistas de esta ideología feminista
están bien claros: en su día era la “guerra de clases”. Hoy es la “guerra de
sexos”.
Por otra parte, como ya sabrán, aunque a lo mejor no
sepan porque poco o nada dicen los “mass-media” del asunto: los ataques de
estas feministas a iglesias y edificios católicos. Que se lo pregunten a los
habitantes de La Coruña, Granda,
Cartagena, Logroño, Madrid, Sevilla, Valladolid, etc. En algunos edificios
aparecieron pintadas tales como “Ni
Dios, ni amo ni marío”, o la manida de “La
iglesia que más ilumina es la que arde”
Como no podía ser de otra manera, las mentadas
feministas no se atrevieron a hacer lo mismo contra las mezquitas, a pesar de
que el Islam tiene total y absolutamente marginada y discriminada, por no decir
otra cosa, a la mujer. Si hubiesen hecho algún ataque o pintada como las
expuestas, serían inmediatamente lapidadas y ahorcadas. Así son de “valientes”.
En fin, odio, intolerancia, violencia, totalitarismo y radicalismo de este
feminismo marxista-leninista.
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