sábado, 6 de enero de 2024

“Adiós, princesa”


 

Así se intitula el libro de David Rocasolano, Ediciones Akal, S.A., 2013, 299 páginas incluido “Índice General”.

El libro no tiene desperdicio. Cuenta muchas cosas de esta sujeta, entiéndase Letizia, y de toda la ralea, narradas por su primo David Rocasolano que la conoce muy bien.

En las páginas 31 y 32, se lee:

“Letizia no es tonta y sabía, como yo, que el problema más grave era la Iglesia. Según del Derecho canónico, mi prima estaba excomulgada. El canon de 1938 referido a los casos de excomunión es explícito: ‘Quien procura el aborto, si este se produce, incurre en excomunión ‘latae sententiae’. Oficialmente, una pena de latae sentetiae sigue automáticamente, por fuerza de ley en sí misma, sin necesidad de declaración por una autoridad eclesiástica. Letizia podía haber solicitado la absolución a monseñor Rouco Varela, pero por la forma en que se desarrollaron los hechos no creo ni que se planteara seguir esta vía. Una opción demasiado comprometida, además, para el ultraconservador Rouco, el adalid de los antiabortistas, capaz de comparar la interrupción voluntaria de un embarazo con el genocidio nazi. Textual. Si se llegara a saber que Rouco había absuelto a la princesa abortista, hubieran temblado los cimientos de los templos españoles. En resumen, que yo estoy convencido de que el 22 de mayo de 2004, en la catedral de la Almudena, Rouco casó a una princesa excomulgada”.

En la página 38 se lee:

“Esta es la historia del choque de un gran tren expreso contra una modesta caravana de gitanos. Nos han arrollado y ni siquiera se han preocupado de mirar hacia atrás. Érika está muerta y los demás nos hemos quedado solos y mutilados. Por eso escribo esto. Hace poco leí ‘Mortal y rosa’, de Francisco Umbral. Cito de memoria: ‘Escribo estas páginas forzando la prosa para que este papel vuelva a ser un papel en blanco’. Sé que no es posible. Que la historia no tiene vuelta atrás. Pero esa historia, hasta ahora, sólo ha sido contada de arriba abajo, con todo su ‘glamour’ y su mentira. Ahora yo voy a contarla de abajo arriba. Desde lo que queda de aquella caravana destruida de gitanos. Advierto desde ya: no es una historia alegre”

Como podrán suponer, cuando el autor habla del choque del expreso contra una caravana de gitanos, está hablando de  los Borbón y de la familia Oriz-Rocasolano

Las imágenes que se ven sobre el internado de Letizia Ortíz en la Clínica Dator, figuran en las páginas 187 y 188.

Resumiendo: recomendamos leer este libro para enterarse de muchas cosas de la “raleaza”.



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