Así se intitula el libro del hispanista Stanley G. Payne, Editorial La Esfera de los Libros, S.L., 2006, 549 páginas con Índice Onomástico incluido.
Como reza el título, el libro se divide en 40 capítulos,
que son las preguntas que se hace el autor sobre la República española y la
Guerra Civil, a las que responde de forma ecuánime y adecuada. Son todas muy
interesantes, pero nosotros destacaríamos las siguientes:
3. “¿Fue la
insurrección socialista de 1934 el primer acto de la Guerra Civil?”,
páginas 29 a 35.
5. “¿Fueron
válidas y auténticas las elecciones de 1936? ¿Por qué ganó el Frente Popular?”,
páginas 49 a 61.
6- “¿Qué
papel jugó el comunismo?”, páginas 63 a 68
12. “¿Por
qué fueron tan enormes y despiadadas las represiones? ¿Cuántos murieron?”, páginas
129 a 140
13. “La
matanza del clero y la destrucción de los templos: ¿la mayor persecución
religiosa de la historia?”, páginas 141 a 150
14- “¿Cómo
empezó la intervención extranjera y qué importancia tuvo?”, páginas 151 a
161
17. “¿Qué
importancia tuvieron las Brigadas Internacionales?”, páginas 191 a 197.
24. “Juan
Negrín: ¿patriota español u hombre de Moscú?”, páginas 275 a 289
Sobre la insurrección socialista de 1934 en Asturias,
nos dice Payne en la página 34:
“A pesar de
que el levantamiento se intentó al menos en quince provincias, sólo alcanzó
éxito en Asturias, donde los revolucionarios se hicieron con el control de la
cuenca minera y de gran parte de Oviedo . . . Los revolucionarios perpetraron
atrocidades a gran escala, acabando con la vida de 40 sacerdotes y civiles
derechistas, generalizando la destrucción y los incendios y saqueando al menos
quince millones de pesetas de los bancos, la mayor parte de los cuales nunca se
recuperó”
En cuanto a las elecciones de 1936, nos dice
Payne en la página 58:
“Seis personas
fueron asesinadas en diversos lugares y una treintena resultaron heridas. Al
atardecer del día 16 de febrero se produjeron multitud de manifestaciones de
apoyo al Frente Popular en varias ciudades, en las que ardieron iglesias y
otros edificios religiosos”
Sobre el papel que jugó el comunismo en aquella
nefasta República, nos dice al autor que desde el Kremlin “se enviaron instrucciones al PCE para que subordinase sus intereses
políticos al apoyo a la Unión Soviética . . .”, página 67.
Sobre los asesinatos del clero, se lee en la
página 144 el número de víctimas:
Sacerdotes seculares 4.022
Religiosos 2.376
Religiosas 282
Seminaristas 95
Obispos 12
En dicha página 144, se lee:
“No obstante,
el asesinato directo de sacerdotes en Asturias surgió como un nuevo rasgo de la
insurrección de 1934, estimulado por el subsiguiente e intenso brote de
propaganda incendiaria, que alcanzó su máxima cota en 1936, con lo que el clero
pasó a ser, de una forma casi inevitable, el principal blanco de la violencia
revolucionaria”
En fin, como siempre decimos, de este libro nadie
comenta nada ni se ve por las librerías. A los de la internacional de la
mentira, del odio y del terror no les interesa que salga a la luz. Con seguir
con su cerrilismo y fanatismo de siempre, ya tienen bastante. Lo de “el malvado fascismo” y lo de el “oscurantismo clerical”, lo llevan
ínsito en sus genes. Así son de “científicos”,
que diría un pedante marxista infumable.
¿Figurará algo de esto en la “memoria democrática”
de Su Sanchidad y de Sor Yolanda?
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