martes, 18 de abril de 2023

Personajes históricos. Francisco Pizarro


 Nació en Trujillo (Cáceres) en 1475, muriendo asesinado en Lima (Perú) en 1541.

De niño se dedicaba al cuidado de cerdos, y cuando se hizo un hombre se sintió atraído por el mar, embarcándose un día con destino a América en el año 1502. Una vez allí entabló relaciones con Vasco Núñez de Balboa, al que le comentó que había oído que en el Sur había muchas y ricas regiones que aún o habían sido exploradas. Pidió permiso para ir a dichas regiones, partiendo con unos pocos hombres españoles.

Al cabo de cierto tiempo, dichos hombres que le acompañaban, comenzaron a pasar grandes penalidades, empezando con murmuraciones, a lo que Pizarro respondió sacando su espada con la que trazó una raya en el suelo, manifestando:

“Más acá de esta raya hay comodidades, pero también pobreza; más allá de ellas hay zozobras y sufrimientos, pero también riqueza. Quien no sea un cobarde que me siga”. Pizarro cruzó la raya, acompañándole trece hombres.

Desde aquel instante comenzaron a caminar por sitios desconocidos, encontrando tribus indias, casi todas distinta, ya que unas eran pacíficas, otras guerreras y otras caníbales. Se encontraban perdidos, cayendo muchas veces en sitios pantanosos de los que tardaban mucho tiempo en salir, tropezando después con la cordillera de los Andes, que atravesaron, encontrando al otro lado el Perú, cuyo jefe era Atahualpa.

Pizarro fundó la ciudad de Lima, que al poco tiempo se convirtió en un sitio de riqueza, ya que trajo de España semillas y animales domésticos. Pero a espaldas de Pizarro había una persona corroída por la envidia: era Almagro, que encarceló a dos hermanos de Pizarro, y que empezó a luchar contra el propio Pizarro. Terminó siendo vencido y ejecutado.

Los partidarios y simpatizantes del mentado Almagro se plantearon el asunto de asesinar a Pizarro. Una noche se presentaron en su casa acometiéndole por sorpresa. A pesar de esto, Pizarro mató con su espada a dos de los acometedores, pero siendo tantos éstos, no pudo defenderse y acabaron con su vida.

Fuente: páginas 66 y 67 del libro “Cien figuras españolas. Biografías de españoles célebres”, autor Antonio J. Onieva, Imprenta Casa Editorial “Hijos de Santiago Rodríguez”, Burgos 1951, 212 páginas.



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