Los que ya peinamos canas, tenemos un gran baúl de recuerdos (parafraseando a la canción de Karina “El baúl de los recuerdos”) de otras épocas, en las que cuando se requería, y era necesario el esfuerzo en el trabajo, otras personas “piraban” y hacían novillos en bares, cafeterías o yendo al fútbol. No se podía perder el partido bajo ningún concepto.
Aquellos individuos “piratas” y novilleros”, hoy se encuentran encaramados en las empresas, en los periódicos, en la tele, en puestos políticos, etc, etc., por su habilidad en quitar la cartera a los demás. Suelen ser gente impresentable, no aptos para hacerles confidencias, ni para viajar con ellos y, ni muchísimo menos, para decirles “ya sabes donde tienes tu casa”.
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