El multiculturalismo, tal como entienden y lo quieren
imponer los de la internacional de la mentira, del odio y del terror, es
violencia y enemigo de la sociedad plural y democrática. Mientras las personas necesiten
la creación de enemigos para justificar su propia cultura, estarán cometiendo
un grave error que atenta contra la convivencia pacífica. El lenguaje
bélico y violento se ve en muchos, muchas y “muches”, aunque esto no se aprecie
en determinados discursos y en determinadas circunstancias, como por ejemplo en
estos momentos de propaganda electoral.
En los regímenes de estos “multiculturalistas internacionalistas”, no hay ni sindicatos, ni partidos políticos, ni libertades, ni la más leve tolerancia, etc. Lo único que impera es el dogmatismo marxista-leninista-gramsciano.
Visto lo anterior, no hace falta ser ningún zahorí para darse cuenta de que no se puede creer a individuos/as/es, que gobiernan y son gobernados de forma brutal y que, de una manera cínica y mentirosa, hablan de democracia, libertad, hermandad, fraternidad . . .
Por
otra parte, hay un hecho curiosísimo y contradictorio de dichos
“internacionalistas”: el radicalismo laicista, tan furiosamente defendido de
forma dogmática, permanece callado ante la ofensiva islámica contra la mujer y,
sin embargo, arremete con fuerza y vigor contra todo lo que huela a
cristianismo, y concretamente a catolicismo ¿Se acuerdan cuando a principios
del año 2004 (hay que “recuperar la memoria histórica, oiga) diversas
organizaciones iniciaron una campaña con
el eslogan “Por una sociedad laica. La
religión fuera de la escuela”.
En
fin, ¿no quedamos en defender el multiculturalismo? ¿Por qué el Islam sí y el
Cristianismo no? ¿Por qué se critica, por ejemplo, a la iglesia católica por su
rechazo al sacerdocio femenino y, sin embargo, se pide respeto para los
musulmanes que también rechazan dicho sacerdocio? Estos laicos
multiculturalistas, ¿tendrían los dídimos suficientes para exhibir el cartel de
la imagen en un estado islámico? La lapidación, el ahorcamiento y el degüello
serían inminentes.
Continuará.
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