domingo, 23 de abril de 2023

A la comunista Yolanda Díaz ( V )


 Como habíamos visto en los anteriores escritos, el conflicto entre chinos y soviéticos estaba en su fase de maduración, aunque no lo habían manifestado al mundo a pesar de la lucha que, de forma indirecta y callada, estaban manteniendo. Así, por ejemplo, la China de Mao atacaba la URSS por “culpa” de Yugoslavia, al tanto que la Unión Soviética hacía lo propia con China por mor del partido comunista de Albania.

La Yugoeslavia ("Yugoslovaquia", como decía un votante comunista) de Tito era atacada despiadadamente por los chinos empleando los manidos, manoseados, embalsamados y fosilizados calificativos marxistas, a la vez que defendía a capa y espada al minúsculo partido albanés, partido sin ninguna importancia y compuesto por malos dirigentes.

 El enfrentamiento público estaba próximo, pues hasta aquella fecha dicho enfrentamiento era entre partidos y en lo sucesivo sería entre los dos Estados, aunque partido y Estado en el mundo comunista es lo mismo. La culpa, según los soviéticos, sería de China, llegando el asunto a tal extremo que Kruschev dejó sin efecto el envío de una bomba atómica que le había prometido a Mao en 1.957.

 Entre 1.961 y 1.963 se produjo el enfrentamiento público de una manera abierta, que sirvió para el lavado de la ropa sucia de los comunistas de todo el mundo a los ojos del mundo occidental.

 Durante este último período, surgieron una serie de acontecimientos no previstos por los petulantes y pedantes marxistas. A saber: el XXII congreso del PCUS, que fue el de la definitiva ruptura; el conflicto China-India; el conflicto entre EE.UU. y Cuba y el tratado de limitación de pruebas nucleares firmado entre EE.UU., Inglaterra y la Unión Soviética.

 Continuará.

 ¿Dice algo de todo esto Sor Yolanda?



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