sábado, 1 de abril de 2023

Aquellos tiempos republicanos y de Guerra Civil ( I )


 Como estamos en el mes de abril republicano, pues como ya saben la República apareció el 14 de este mes en 1931, vamos a dedicar unas entregas a este asunto y al de la Guerra Civil.

Hay muchos “pensadores químicos”, pedantes infumables marxistas, que dicen que la historia es una disciplina compleja. Nosotros creemos que no. Lo que sí es verdaderamente complejo es analizar el por qué de los hechos acaecidos que formaron y forman esa historia. Pero, claro, estos “pensadores químicos”, que más bien son “historieteros” que verdaderos historiadores, recurren a la “metodología científica” para explicar los acontecimientos, amoldándolos a su visión particular y “científica”, a tenor con la “memoria histórica” del Bobo Solemne, o de la “democrática” de su “Sanchidad”.

 Al seguir este procedimiento, ya no valen ni la investigación, ni el descubrimiento del error, ni la neutralidad, ni la objetividad. Como esta gente no es tonta, y se dan cuenta de esto, intentan remediarlo con abundante palabrería y funambulismos dialécticos, lo que trae como consecuencia obras y libros históricos completamente adulterados y falsos que se basan y se apoyan en místicas y en dialécticas de todo tipo.

 Una vez dicho esto, comentaremos en una serie de entregas cosas de la II República Española y de la Guerra Civil, que han omitido estos “historieteros” de lo políticamente correcto y que, sin embargo, presumen de tener el monopolio de la verdad.

 Para empezar, diremos que algunos pedantes marxistas infumables sostienen que todas las manifestaciones, proclamas, tumultos, agresiones, huelgas, incitaciones a la desobediencia, asaltos, etc, que el pueblo mostraba contra la república, eran por obra de la oligarquía que pagaba a ese pueblo para desestabilizarla y echarla abajo. Esta es, desde luego, una de las mayores burradas que hemos leído. Porque si esto es cierto, entonces el criminal Santiago Carrillo fue un asalariado de la mencionada oligarquía, ya que en un discurso insertado en el periódico El Socialista el día 15 de setiembre de 1.934, habla del asalto al poder de las Juventudes Socialistas. Estas palabras fueron saludadas con el puño en alto.

 También en ese mismo periódico y en la misma fecha, sigue el asesino con sus “vivas” y “mueras”. Así: “Muera el gobierno! ¡Muera la burguesía! ¡Viva la revolución! ¡Viva la dictadura del proletariado!”

 Evidentemente, meter a este sujeto y a sus seguidores dentro del concepto  de republicano, es una falsificación por parte de los “historieteros”, pues nada tenían que ver con este asesino los republicanos de pro Ortega y Gasset, Marañón, Menéndez Pidal, etc. Por tanto, a partir de ahora distinguiremos entre republicanos y rojo-republicanos.

 Comenzaremos diciendo que a medida que se iba abriendo paso la República, los españoles se daban cuenta de que la división ideológica que había en el ambiente iba a desembocar en algo muy desagradable. Los vivas y mueras intentaban explicar la “dos verdades” que, como es sabido sobradamente, eran incompatibles, convirtiendo a España en una nación irreconciliable, en la que los españoles se cazaban unos a otros.

 Las dos Españas ya eran algo que se percibía en muchos aspectos, sobre todo en el físico: barricadas, luchas en las calles, atentados, crímenes, asesinatos, cuarteles rodeados por gentes amenazantes, etc. . . . En fin, una locura colectiva que iba dejando un gran reguero de sangre.

 Y sucedió lo que tenía que pasar: el Alzamiento Nacional contra aquella república de corte marxista y que nada tenía que ver con la verdadera República. Una vez iniciado éste, se esperaba con gran ansiedad la distribución o parcelación, si se quiere, del Estado.

 Así, empezando por las dos grandes urbes, Madrid y Barcelona habían representado un verdadero fracaso para el  Alzamiento. Las noticias llegaban como podían. Unas veces eran favorables a la República y otras al Alzamiento.

 Así se comentaba, por ejemplo,  que Galicia se había perdido para la causa republicana y que en Asturias las masas se aprestaban a conquistar Oviedo.

 Por el sur, Málaga, Almería, Jaén, etc, eran fieles a la República. Valencia permanecía indecisa y toda La Mancha era fiel al Frente Popular. En fin, cada bando contaba sus afectos y desafectos con la lógica propaganda.

 Pero había una noticia que era absolutamente cierta y que no estaba basada en ningún tipo de propaganda: la Armada se mantenía fiel a la República. Así, en los días sucesivos al 18 de Julio, las fuerzas y efectivos eran mayormente republicanos.

 Continuará.



2 comentarios:

  1. La hemeroteca del El Socialista es una joya, me he descargado el número que mencionas, el 7992, y leer completo el discurso de Carrillo, no tiene desperdicio.
    En la web de la fundación también se encuentra la hemeroteca de su periódico, Renovación, algunos números, como el 130, también son una joya.

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