martes, 18 de abril de 2023

A la comunista Yolanda Díaz ( I I I )


 Seguimos comentando a Sor Yolanda algo sobre su ideología, y sobre lo que dijeron algunos personajes del sistema comunista.

El comunismo empleaba, y emplea, grandes calificativos para resaltar, con gran despliegue de propaganda, sus magnificencias. Así se hablaba del provenir “radiante” de la humanidad, el “esplendor”, las “grandes realizaciones”, etc, etc.

 No menos curioso fue el caso del “Gran Salto hacia delante” maoista. Una frase propagandística y rimbombante que había adoptado Mao Tse Tung para criticar el comunismo un tanto contemporizador de Kruschev, según se decía. Mao, un gran criminal, pretendía un endurecimiento de tipo político e ideológico, a pesar de que sus procedimientos eran relativamente  más suaves si se los comparaba con los realizados por otro gran criminal, Stalin, en la URSS durante la década 1930-40. Sin embargo, tales procedimientos llegaron a ser pavorosos a partir de 1.958.

 En política interior, por ejemplo, la revolución que proclamaba Mao debería ir acompañada, como en todo sistema comunista, de una estrechísima vigilancia de la población, acompañada, asimismo, de una represión brutal contra todo disidente.

 Las luchas en el seno del partido fueron terribles. Mientras unos eran partidarios de un aumento del nivel de vida de la población a base de inversiones, otros, los “duros”, terminaron triunfando por mor a su fe revolucionaria.

 Esta fe revolucionaria también se pondrá de manifiesto en política exterior: “liberación” violenta de los pueblos, lucha de clases sin ningún tipo de “paz, piedad y perdón”, etc.

 Lo que no pudieron soportar los comunistas chinos fue lo que se llamó “la coexistencia pacífica”, auspiciada por Kruschev en sus encuentros con Eisenhower. Cuando los marines norteamericanos desembarcaron en el Líbano, sin ningún tipo de crítica por parte de la URSS de Kruschev, la fanática China respondió con un ataque a las islas Quemoy, situadas frente a Formosa.

 En 1.957 hubo una reunión en Moscú que se llamó Conferencia de los Partidos Comunistas, en la que se había elaborado una Declaración sobre las normas, tareas, métodos, etc., del comunismo internacional. Los dos grandes rivales, chinos y soviéticos, pretendieron ser los triunfadores de la citada reunión. La verdad fue que los puntos de vista eran muy dispares, y hasta cierto punto, opuestos.

 Continuará.

 


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