viernes, 21 de abril de 2023

La verdadera Historia, no la “memocrática” ( X )


 Y seguimos con la influencia soviética sobre la II República española que, como ya hemos dicho varias veces, se sigue omitiendo por los “historieteros” de ahora.  

En la reciente historiografía izquierdista sobre la II República Española, es frecuente ver como se ensalza al Ejército Popular, elevándolo a la categoría de heroico y preñado de jefes con talento, disciplina, amén de profesionales, tales como Rojo, Enrique Líster, El Campesino, etc., comentando además que eran superiores a los del bando contrario. Si efectivamente eran superiores a los del otro bando, no se entiende muy bien el que fueran derrotados. No obstante hay quien habla de la inferioridad del Frente Popular, asunto este también un tanto extraño, ya que en las manos del mentado Frente Popular estaba prácticamente la industria civil y militar, amén de las reservas económicas y financieras de la España de aquellos años.

Por otra parte, no hay que olvidar que el mismísimo día 19 de julio de 1.936, el Gobierno hace dos cosas: a) repartir armamento entre las masas, y c) licenciar a todo tipo de tropa que pudiera ser sospechosa de rebelión, con el objeto de que los rebeldes careciesen de soldados. Pero el asunto les salió mal, pues una vez licenciadas las tropas y ya en sus domicilios, no mostraron ningún interés posterior para incorporarse nuevamente.

A partir de aquí es cuando empiezan a actuar los milicianos movidos, no por disciplina militar, sino llevados por el consabido ardor revolucionario.  

En setiembre de ese mismo año llegan las armas  y “consejeros” soviéticos. Stalin era, a la sazón, el amo de las reservas financieras de la República y, como es obvio, el dueño también del Frente Popular. Los comunistas españoles, influenciados y guiados por la Unión Soviética tenían intención de  implantar en España los saberes y experiencias del Ejército Rojo.


Este nuevo ejército republicano, estaba vigilado y controlado por citados “consejeros” soviéticos, que además se encargaban de adoctrinar a la tropa.

Al mismo tiempo, se crearon instituciones de espionaje, como el Servicio de Investigación Militar (SIM), fundado por Indalecio Prieto por indicaciones de Orlov, que era el lugarteniente de Stalin. El citado Orlov organizó aquí en España, y al margen del Gobierno, la NKVD que, como es sabido, era la Policía Política Soviética.

Otro producto de estos “consejeros” soviéticos fue la Brigada Mixta.

En la próxima entrega veremos, entre otras cosas, algunas palabras de D. Julián Besteiro, que era el único marxista sensato que tenía la cabeza sobre los hombros.

¿Qué dicen a todo esto Sor Yolanda y su “Sanchidad”?

Continuará.




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