viernes, 21 de abril de 2023

No se puede creer


 No se puede creer en una ideología como la marxista, cuyos defensores fantásticos y fanáticos, cegados por la pasión y la devoción, la tienen como la única, la más grande, la imperecedera, la llamada a liberar a la Humanidad de todos los males habidos y por haber, que sólo considera al hombre por lo que produce y por lo que consume y que todo lo espera del Estado. Los crímenes, el terror, la represión, las hambrunas, etc., eso no cuentan.

No se puede creer en una ideología intocable y superior, dada su condición de “científica”, que pretende negar la creencia personal y la práctica individual, subordinando el individuo a la colectividad.

No se puede creer en un sistema que conculca los más elementales derechos del ser humano, ya que no admite libertad de pensamiento, de creencias, etc, que impone la dictadura por encima del poder democrático salido libremente de las urnas.

No se puede estar de acuerdo con una ideología que identifica al disidente con el enemigo, a pesar de que dice que es democrática.

No se puede creer en una ideología que tiene en su seno mucho hipócrita que, por conveniencia o moda intelectual, aceptan sus principios, negándolos después con sus conductas y en su propia vida.

¿Cómo estar de acuerdo con una ideología que persiste en la mentira y en la falsedad y que, como dice el ex marxista Jean François Revel en la página 10 de su obra “La gran mascarada. Ensayo sobre la supervivencia de la utopía socialista”, Ediciones Taurus, 2000, tiene “una inveterada deshonestidad en las relaciones con lo verdadero, secuela de la educación totalitaria del pensamiento”? ( I )

¿Cómo creer en una ideología sectaria que se cree moral e intelectualmente superior a las demás? ¿Cómo defender un sistema que deslegitima y ataca constantemente a toda opción política distinta, impidiendo con ello la alternancia en el poder y la coexistencia pacífica de los ciudadanos, por más que se les llenes la boca con las palabras “democracia”, “tolerancia”, “respeto”, etc.?

No se puede creer en una ideología que, considerada como reliquia, presenta un blindaje emocional y una resistencia total y absoluta a contrastar otras ideas y opciones.

¿Cómo creer en una ideología que, a pesar de que la realidad y la historia han demostrado que es inservible, aún cuenta con voluntarios y mercenarios para defenderla?

¿Cómo creer en un sistema que tacha al “otro” de incapaz, inepto e incompetente?

En fin, podríamos poner más cosas, pero haríamos el asunto un poco largo.

( I ) .- Este libro lo tenemos comentado en este blog con fechas 1, 4 y 6 de febrero de 2.017.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog