Como ya saben, hoy día los “mass-media”, salvo alguna
que otra excepción, están en manos de un manojo de politicastros. Si Antonio
Gramsci levantara la cabeza quedaría loco de contento.
A partir de la década de 1980 del pasado siglo, el
sistema que había se encargó de hacerse el dueño y señor del asunto,
apareciendo una gran empresa de comunicación, que al ver la influencia que
ejercían los citados “mass-media”, principalmente el “ente”, comenzó con el
adoctrinamiento en todas sus ramas. De este modo y manera, llegamos a lo que
llegamos: el sistema procura que no aparezcan personas que puedan expresar una
opinión contraria a lo “políticamente correcto”.
En estos momentos, el “ente” es pura propaganda del
sistema, que emite de forma abierta, sin
sonrojo y sin turbación, y a veces de forma subliminal, lo que le interesa al
régimen, mintiendo y manipulando todo lo habido y por haber, haciendo creer al
“pueblo soberano” que lo único verdadero y bondadoso es lo que se ve en dichos
“mass-media”. Ya saben que hay muchos,
muchas y “muches” que creen lo que se ve en el mentado “ente” es el último
dictamen. Lo dijo Blas, punto redondo.
En fin, como dice la muletilla de ahora, esto es lo
que hay. Si no se corrige este asunto, iremos de mal en peor, ya que se podrá llegar
a apreciar lo que se odia, o a odiar lo que se aprecia.
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