Como comentábamos en nuestra anterior entrega, un “historietero” pedante marxista infumable, decía que “la quema de iglesias y conventos fue a causa de una provocación monárquica y en ella participaron no sólo provocadores pagados por la oligarquía . . .”
Vamos a
“recuperar la memoria histórica” repasando frases, comentarios, gritos y cantos que se escribían o se decían sobre la
religión en aquellos tiempos republicanos.
“No hay más
Mesías que la clase obrera que traerá la redención del mundo, luchando contra
los hijos en las tinieblas, los burgueses. La explotación del trabajador es el
pecado original. La sociedad del futuro es el reino escatológico, en que
pacerán juntos corderos y lobos, y la tierra no dará espinas sino frutos
suculentos. La organización proletaria, el Partido son el pueblo de Dios en
marcha hacia ese reino mesiánico. La fábrica es el pueblo; el trabajo, la
oración”. (Karl
Marx).
En el año 1.917
se celebró en Moscú el llamado “Juicio del Estado Soviético contra Dios”,
presidido por el comisario de Instrucción Pública Anatoli Lunacharsky. El
tribunal decretó a Dios culpable de los cargos imputados, por lo que se le
condenó a muerte. La sentencia fue ejecutada por medio de una salva de fusilería dirigida al cielo.
“La
liquidación del cristianismo tiene que estar terminada en Rusia para 1.980”. (Kruschev, 1.962). Lo que este sujeto no predijo
fue que la URSS se derrumbaría nueve años después, y el cristianismo no.
¿Quiénes
cantaban “si los curas y frailes supieran . . . ?“.
¿Quiénes
gritaban “¡Matailos que son curas!”?
¿Quién dijo en
el Parlamento “todos los conventos de España no valen la uña de un
republicano”?
¿Quiénes decían “los
niños a Rusia; los fascistas al paredón de la checa; las clases explotadas a
las alcobas con perfume; LOS CURAS AL SEPULCRO; los contratos al fuego”?
¿En qué
periódico, de 29 de Abril de 1.937, aparece “¡Vaya, ya están en función las
damas catequistas!. ¡Y los miembros de la Compañía de Jesús!. ¡Y cómo se
parecen los unos a los otros, cuantos cultivan el jesuitismo!”
¿Quiénes
tirotearon el monumento al sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles?
¿A qué se
dedicaba José Antonio Balbontín desde los balcones de Gobernación?
¿Quién dijo “.
. . la labor profundamente ennoblecedora de arrancar a la mujer de las garras
del clericalismo”?
Con Azaña en el
poder, Ramos Oliveira decía: “En las ciudades ardían otra vez conventos e
iglesias, se propagaban las huelgas violentas y se acometían a tiros las
facciones políticas, a veces dentro de un mismo partido o en el seno de la
clase trabajadora”. “El proletariado asaltó los Centros políticos de la
reacción y tornó a quemar iglesias y conventos”. El autor pro-republicano
Gabriel Jackson, manifestaba que el “Gobierno está desbordado”.
Arturo Barea,
novelista de izquierdas, decía en su trilogía “La forja de un rebelde”: “Unas
cuantas iglesias ardían. La escuela Pía estaba ardiendo por dentro . . .”
“Estaba convencido de que la Iglesia en España era un daño que había que
corregir, pero a la vez me rebelaba contra esta destrucción estúpida”.
¿Quiénes fueron
Silverio Castañón, Fermín García “el Casín”, Ceferino Alvarez, José López “el
Gallego”? Seguro que este “historietero” pedante marxista, no habrá leído el
periódico “La Nueva España” de fecha 17 de noviembre de 1937, periódico este en
el que este “historietero” escribía alguna vez.
Nos parece que,
para conocer nuestra Historia más reciente, hay que dejarse de catecismos
ideológicos y procurar analizar y cotejar las distintas fuentes históricas.
Continuará.
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