Su “Sanchidad” es un sujeto empecinado y emperrado en regurgitar los conceptos y el léxico trasnochado, amén de otras cosas, de los fatídicos años 30 del siglo pasado, tristemente célebres de nuestra Historia, con una República que no era una forma de gobierno, sino una ideología revolucionaria que intentaba llevar a España hacia la dictadura del proletariado, como dijo varias veces Largo Caballero y alguno más.
Este
ínclito e inefable sujeto, una vez izado a la Moncloa, empezó su labor de
odio y venganza, mezclados con un sectarismo aniquilador, recurriendo a
ecologistas, nacionalistas, “colectivos”, “artiscejos”, etc, implorando y
clamando todo tipo de subvenciones.
El acoso y derribo físico y moral de todo lo que suene a
derecha, es otra de sus prioridades, como también es otra prioridad el recuerdo y exaltación de
la nefasta República, recurriendo a la “recuperación de la memoria histórica”, pero ¡ojo!, sólo la
de su bando.
Nada dice, por ejemplo, que su correligionario Julián Besteiro, Profesor de
Lógica, que era el único socialista que en aquellos tiempos tenía los pies en
el suelo y la cabeza sobre los hombros, pronosticó en su día que la revolución
sería una locura que sólo podría producir “un baño de sangre”. A pesar de que se cumplió el pronóstico del profesor, el PPSSOOEE no
hizo la más leve autocrítica ni cambió ni un ápice su orientación y sus
principios.
Por otra parte, en aquellos años “treintaañeros”, la propaganda del partido llegó a decir que, al fin y a la postre, la revolución de octubre había triunfado para impedir una inexistente e imaginaria dictadura de la derecha. Fíjense lo que escribía sobre este asunto el socialista “besterista” Gabriel Mario de Coca Medina, redactor del periódico “El Socialista”, y por tanto nada sospechoso de fascista:
“Julio Álvarez del Vayo (...) dijo en un mitin, ya bien entrado el año 1935, y no tardó en ser fielmente repetido por el jefe bolchevizante (Largo Caballero), que el proletariado español había dado una lección de heroísmo al proletariado universal con la insurrección octubrista, venciendo al fascismo cuando ya se había adueñado del Poder. Esto es batir por el máximo tanto alzado todos los campeonatos de idiocia y mentecatez” (I)
(I) “Los orígenes de la guerra civil española”, autor Pío Moa
Continuará.
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