viernes, 15 de julio de 2022

La religión y Marx. ( I I I )


 Como decíamos en la primera entrega, Karl Marx empleó tres “demostraciones” para desmantelar las raíces y principios de la religión: la sociológica, la psicológica y la dialéctica. Hoy toca la visión psicológica. Vamos a ver algo de esto someramente.

Los feligreses de Marx, perdieron y pierden el tiempo tratando de buscar el descrédito y el desprestigio de la religión fundamentado en análisis, demostraciones, pruebas, etc, de carácter psicológico.

 Como ya saben, el alemán Engels (1820-1895), amigo y colaborador de Marx (1818-1863), era un ricachón de la industrial textil. Durante casi toda su vida dio dinero y más dinero a Marx, dándole posteriormente un sueldo vitalicio. Sin comentarios. Pues bien, decía este sujeto que la religión es un fulgor fantástico del cerebro humano. Esta afirmación trajo como consecuencia que el pensamiento cayese en el engaño y artimaña del materialismo, que se cierra y se ciega a todo lo que sea real y esté por encima de la materia, explicando y enfocando todo lo habido y por haber a partir de esta óptica materialista. Esta “realidad materialista”, posteriormente se presentó como “científica”, diciendo, por ejemplo, que la dignidad humana, que es una cosa inseparable y congénita a la persona, es un asunto sin sentido.

 Esto, y otras cosas, trajeron como consecuencia que la religión tenía que ser inevitablemente perseguida, combatida y censurada, ya que defiende la vida por encima de otros temas, además de defender el derecho a la propiedad privada, y de defender también la dignidad de la persona. En resumen: hay que eliminar la idea de Dios.

 Todo esto, amén de otros planteamientos, hay que llevarlo a efecto, si verdaderamente se quiere comenzar la revolución, que en el fonde es rencor, odio, aversión, hostilidad, etc, a ciertas personas, a las que hay que eliminar. Además de esto, y para conseguir dicha revolución, se requiere una sumisión y acatamiento absoluto y total al partido, que es el que está en posesión de la verdad.

 Resumiendo: para el marxismo la idea de Dios es un asunto fantástico que proviene de los poderíos e influencias físicas y sociales que subyugan a las personas. Esto desaparecerá en el momento en el que se llegue a la “soñada” sociedad comunista que, amén de ser una utopía, una fantasía y una ficción, allí donde existió, y existe, no hay más que mentira, odio, terror y miseria.  

 ¡Ah!, recordar que el marxismo en la destartalada URSS, después de casi 75 años de mantenerse en el poder,  no logró eliminar la idea de Dios. Ahí está en estos momentos la Iglesia Ortodoxa rusa

 En la próxima y última entrega, veremos la crítica dialéctica de la religión.

 Continuará.



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