martes, 15 de marzo de 2022

Personajes históricos. Hernán Cortés ( I V )

 


En la anterior entrega decíamos que en ésta veríamos cómo Hernán Cortés desobedeció las indicaciones de Moctezuma, que le recomendaba que se hiciese a la mar.

Efectivamente, no hizo caso a Moctezuma y se trasladó con sus hombres al norte siguiendo la dirección de la costa, fundando una ciudad que llamó Villa Rica de la Vera Cruz, es decir, Veracruz.

Inmediatamente se puso en contacto con las tribus vecinas de la ciudad que había fundado, descubriendo entonces que no todo el mundo estaba contento con Moctezuma. Una de estas tribus descontentas era la de Cempoala, pues sus jóvenes muchachos eran obligados a servir en las milicias, y las jóvenes las utilizaba como esclavas, así como también Moctezuma les hacía pagar grandes impuestos.

Cortés, con la habilidad que le caracterizaba, pensó que sería bueno utilizar este descontento para incitar a las tribus a la rebelión. Y así lo hizo. Cuando llegaron los recaudadores de impuestos, Hernán Cortés consiguió que los hicieran prisioneros, pero secreta y hábilmente ayudó  a escapar a los prisioneros, despidiéndolos con mensajes de amistad, así como regalos, para Moctezuma. Como puede verse, la astucia de este personaje era enorme, pues consiguió enfrentar a unos contra otros, a la vez que decía a las dos partes que podían contar con su amistad y lealtad.

A pesar de todo esto, muchos de los conquistadores no estaban muy contentos. Las luchas y los peligros eran constantes, lo que les hacía añorar sus tierras y labranzas de Cuba. Con su diplomacia y verborrea, Cortés logró calmar un poco a sus muchachos.

Por otra parte, sabía de las intrigas del envidioso y rencoroso gobernador de Cuba, Velázquez, que  podrían hacer que su puesto de jefe se viniese abajo, por lo que lo importante era obtener la aprobación de su conducta por parte del rey de España.  Envió inmediatamente una carta directamente a Carlos V, comunicándole los buenos resultados que se habían conseguido. Como demostración, en el mismo barco en el que iba la carta introdujo todos los tesoros que había recogido “para su Majestad”.

Inmediatamente de hacerse el buque a la mar, descubrió Cortes un complot para capturar la nave y asesinar a los oficiales y marineros, pretendiendo los conspiradores con esto huir después a Cuba. Los instigadores de dicho complot fueron severamente castigados por Cortés: los cabecillas fueron ahorcados, a otros se les cortaron los pies y otros fueron azotados.

En la próxima entrega veremos lo que hizo Cortés y las medidas que tomó para que no hubiese más tentativas de complot ni de escape.

Continuará.




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