miércoles, 23 de marzo de 2022

Personajes históricos. Hernán Cortés ( V I )


 Como decíamos en la anterior entrega, los españoles quedaron aterrorizados ante la idea de los trascaltecas de matarlos para hacer un sacrifico a los dioses de la tribu. Los indios se dieron cuenta del miedo que tenían y al segundo día los atacaron. Pero otra vez saldrían victoriosos gracias al genio y  bravura de Hernán Cortés.

Como ya se imaginarán, los cuerpos de los indios estaban prácticamente desnudos, lo que les hacía muy vulnerables a las espadas del fino acero toledano de los españoles. Cuando estaban en pleno ataque, una descarga de artillería sirvió para sembrar el pánico y el desorden entre los indios, a la vez que Cortés en persona y al mando de la caballería arremetió contra ellos, huyendo despavoridos.

A pesar de todo, aún intentaron un tercer ataque pero fueron también rechazados. Entonces los trascaltecas se convencieron de que los españoles eran prácticamente invulnerables y les consideraron poco menos que dioses. Decidieron entonces invitarles a entrar en la ciudad y fueron recibidos por toda la población con una lluvia de flores.

Moctezuma se enteró de estos enfrentamientos y batallas y quedó admirado de que un puñado de hombres hubieran vencido a toda una tribu a la que no había derrotado jamás los ejércitos aztecas. Decidió enviar un mensaje acompañado de grandes regalos para rendir homenaje y vasallaje al todopoderoso rey de España. En dicho mensaje decía Moctezuma que, fuera cual fuera el tributo que se le exigiese, lo pagaría de buen agrado con la condición de que los españoles no volviera ni se acercaran más a Méjico.

Los conquistadores hicieron una parada de veinte días en Tlascala, que era la capital. Los nativos quedaron muy contentos con los huéspedes diciéndoles que podían quedarse con ellos, llegando incluso a ofrecerles sus hijas y sus tierras. También les decían a los españoles que, con su ayuda, construirían una ciudad para verse libres del peligro de los aztecas.

Los españoles no hicieron caso de todo esto, ya que su objetivo era continuar en dirección de la capital del  imperio, yendo en dirección de una ciudad denominada Chobula, que era el centro de la tribu vecina, donde fueron recibidos con frialdad y mal trato, ya que esta tribu era alidada de Moctezuma.

Cortés se quejó ante los jefes de dicha tribu del mal recibimiento y la mala alimentación, a lo que respondían que los víveres escaseaban en esos momentos en aquellos lugares. Tal escasez duraba ya varios días y Cortés empezó a sospechar. Por otra parte observaba que las mujeres y los niños abandonaban el poblado. Asimismo, descubrió que en las calles de la ciudad se hacía profundas excavaciones con el objeto de que se hundieran los cañones cuando pasasen por ellas.

Por aquel entonces llegaron unos enviados de Moctezuma exigiendo a Cortés y a sus hombres que se retiraran y no continuaran con sus avances. Hernán hizo caso omiso y los enviados se fueron.

Inmediatamente llegó a oídos de Cortés que se estaba preparando un plan para asesinarle a él y a sus compañeros. Pero una vez más, valiéndose de su astucia, saldría victorioso de la situación. Esto lo veremos en la próxima entrega.

Continuará.



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