Según el Diccionario de los “inmortales” de la RAE, se define eufemismo como “ manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante”.
Visto esto, repasemos algún que otro “eufemismo” de aquella
España del “zapaterato” y de la actual.
Así, se llama “interrupción voluntaria del embarazo”,
al aborto.
Se llama “subsahariano” a la persona que es de raza
negra.
El “género” es sinónimo de sexo.
“Centro de recogida de residuos”, por vertedero.
“Instituto nacional de empleo” (INEM), por oficina de
paro.
“Fascista”. Se aplica este concepto a toda persona
disconforme con el “plan Marx-Lenin”, pero con matizaciones: los actos terroristas, racistas, xenófobos, etec, son
actos “fascistas reales”; los actos realizados o cometidos por los militantes
del PP y de VOX, también son fascistas, aunque sean totalmente opuestos al
fascismo y sean, por tanto, irreales.
“Representantes de la cultura”, cuando en realidad con
representantes de la ignorancia, la estulticia y el atraso.
“Agresor sexual”, maltratador y violador de mujeres,
claro.
“Gay”, por maricón, invertido, petrolero, marica,
sodomita, gomorrita, etc.
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