Recuperando la "memoria histórica", ¿quién se iba a imaginar que después de 70 años, casi un siglo, de terminada la Guerra Civil española iba a surgir un tipo que, desde su atalaya monclovita, se iba a dedicar a volver a los años treinta del siglo pasado para desempolvar viejos criterios, conceptos, mitos, leyendas, incluso expresiones y formas de hablar, a la vez que mintiendo sobre la Historia, además de otras muchas cosas que han causado un daño terrible? Pues sí. Un tal Zapatero, al que nadie conocía, se aupó con el poder gracias a aquel terrible atentado. Y decimos que nadie conocía porque, como ya es sabido, en el diario de sesiones no ha aparece su nombre ninguna vez, hasta que no llegó al poder.
Podía haber dicho algo cuando se descubrió toda la trama felipista referente a la corrupción, a los GAL, al caso FILESA y demás. No dijo ni pío. Y no solamente no dijo ni pío, sino que se aprovechó de aquella circunstancia, cuando el PPSSOOEE de aquella época estaba en las diez de última. Como recordarán, Almunia perdió las primarias, y en este momento es cuando sale a la palestra este sujeto y toma las riendas del partido ¿Quién estaba detrás de este tipo, sino le conocía nadie? Si se leen los libros “Zp, tres años de gobierno masónico”, de Ricardo de la Cierva, Editorial Fénix S.L., 2.007, 261 páginas, y “Los masones”, de César Vidal, Editorial Planeta, 2.005, 430 páginas, se encontrará la respuesta. Estoslibros los comentaremos próximamente.
Hubo barones del PPSSOOEE que consideraron al Bobo Solemne como una cosa accidental, pasajera y transitoria, como así fue, pero el daño que ha causado ha sido enorme.
Y decimos esto porque, aparte de la terrible herencia económica que dejó, el daño más terrible ha sido el aliarse con feministas mal informados, antiglobalizadores, independentistas, gays, lesbianas, “artiscejos” de lujosas mansiones y suntuosos coches ávidos de todo tipo de subvenciones, comunistas remanentes, antiamericanos, además de convertirse en el adalid del odio contra el PP, acosando sus sedes y calumniando a sus dirigentes de asesinos. Todo esto era necesario para mantenerse en el poder.
Aparte del precio que estamos pagando ahora los españoles por sus derroches y despilfarros, también pagaremos otro precio de tipo político: el desguace de España. Ahí tenemos los catalanes envalentonados precisamente por las concesiones que en su día les hizo este inepto y badulaque personaje.
En fin, aunque el asunto parezca impensable, aún anda por ahí este sujeto sacando pecho, y lo que es peor: ser miembro del “Consejo de Estado”. Sin comentarios.
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