La gran diferencia de la “memoria histórica”

Como hay que "recuperar la  memoria histórica", vamos a ello, oiga.

Allá por el mes de diciembre del año 2015, tuvo lugar en la Casa Cultura de Llanes un acto de lo que se llama “Exhumando fosas. Recuperando dignidades”, acto en el que participó, entre otros, el magistrado emérito del Tribunal Supremo José Antonio Martín Pallín (La Coruña, 1936).

Como es obvio, estamos de acuerdo en que muchas personas quieran localizar a sus familiares desaparecidos durante la Guerra Civil Española. En lo que no estamos de acuerdo es que cuando se trata de la localización de los cuerpos víctimas de los rojo-republicanos, se mire para otro lado. La ley de “la memoria histórica” así lo requiere.

¿Por qué no se buscan los cadáveres desaparecidos en los incendios de conventos e iglesias, así como los también los desaparecidos en la revolución del 34, que nunca fueron encontrados? Claro que a lo mejor esto no interesa por mor de las declaraciones que hizo Largo Caballero, el Lenin español, en “El Socialista” del 9 de febrero de 1936: “Estamos decididos a hacer en España lo que se ha hecho en Rusia. El plan del socialismo español y del comunismo ruso es el mismo”. Sin comentarios.

Por otra parte, va a ser muy difícil encontrar los restos de los asesinados por los citados rojo-republicanos porque, como se ve en la imagen, el viejo cementerio de aquí de Oviedo fue arrasado y profanado.


En la familia del que estas líneas escribe, así como en otras muchas de España, hubo miles de personas vilmente  asesinadas por los rojo-republicanos, con la diferencia de que jamás se intentó crear la “memoria histórica”. Lo único que se hizo fue perdonar. Esta es la gran diferencia.