jueves, 27 de abril de 2017

A Europa de mamporreros




Como siempre decimos, hay que "recuperar la memoria histórica", pero la reciente, oiga. Y vamos a los atentados del 11-M del 2004.


Ya sabemos que dichos atentados fueron planeados por un marroquí apodado "El Egipcio" en setiembre de 2.001. Es decir: antes de la masacre de EE.UU y de la guerra de Iraq. Con esta noticia se derrumbaban todas las mentiras que en su día publicaron los medios afines al PSOE. Mentiras que intentaron justificar la retirada de las tropas españolas.

Parece que nadie quiere, ni quiso entender que, una vez terminada la guerra en Iraq, España, junto a otras 33 naciones, envió tropas para ayudar a la población de aquel país, cumpliendo una resolución unánime de la ONU. Se olvidan, y se olvidaron, intencionadamente el nombre de aquellas naciones: Italia, Holanda, Dinamarca, Japón, Noruega, etc, países de una tradición democrática impecable.



Francia, como es sabido, no participó en la guerra. Sin embargo, El Egipcio tenía planeada una matanza en el metro de París. ¿Dónde está la relación causa-efecto, señores socialistas y comunistas?.



ZP retiró cobardemente las tropas españolas aduciendo la excusa de que antes del 30 de junio de 2.004 no habría resolución de la ONU. Cuando hubo tal resolución, en la que se pusieron de acuerdo nada más y nada menos que EE.UU, Francia y Alemania, el gobierno socialista ha quedado en entredicho.



Pero, claro, esto no parecía importarle mucho al gobierno. Lo que verdaderamente le interesaba era haber ganado unas elecciones con los parabienes de una sociedad que ha sido manipulada de forma sistemática, como todos ya conocemos.

A pesar de la resolución de la ONU antes mencionada, el badulaque del señor Moratinos se nos descolgaba diciendo que "ya no valen ni la OTAN ni la ONU para justificar la presencia española en Iraq". Conviene recordar que este ínclito personaje debe haberse olvidado de que quien metió a España en la OTAN fue “de entrada no” (¿se acuerdan?), es decir los socialistas del gonzalato.



Se acordarán también del slogan del PSOE ante aquellas elecciones europeas: ¡Volvemos a Europa!. Efectivamente que volvimos, pero postergados, arrodillados y genuflexos. Y volvimos como auténticos mamporreros de la parada de Europa.

En fin, nos quedamos solos en el continente. Es de suponer que los países de nueva incorporación prefieran aliarse con gente de peso y no con truchimanes.

También es conveniente recordar que nuestros soldados fueron despedidos en su retirada de Iraq con banderas blancas, huevos y cacareos, siendo burlados por soldados polacos y portugueses. Reconocieron que “aunque cumplíamos órdenes abandonamos la misión llorando, con la sensación de irnos con el rabo entre las piernas” .

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