La vivienda: ¡el desiderátum!

 Como ya saben, este desastroso gobierno está preparando una ley represiva y totalitaria, fuera de todo sentido lógico y natural, sobre el tema de la vivienda. El mismísimo CGPJ (Consejo General del Poder Judicial), cuya obligación y misión es velar por la independencia de magistrados y jueces, frente al resto de poderes del Estado, dijo refiriéndose a esta bestial ley que es «una alteración del entendimiento de la propiedad privada de la vivienda y la parcial derogación del artículo 348 del Código Civil donde se sanciona que la propiedad es ‘el derecho de gozar y disponer de una cosa sin más limitaciones que las establecidas en las leyes'».

Es decir, que el dueño de una vivienda se convertirá en una persona dudosa y sospechosa en cuando ya no viva en su casa. Y si a esto unimos que en dicha vivienda, que obtuvo con el sacrificio de su trabajo y por la que pagó todo tipo de impuestos, solamente vive en ella un tipo parcial, ya sea por descanso o vacaciones, por ejemplo, el propietario se convertirá en un presunto e hipotético delincuente. Lo que se persigue es que tal dueño ponga la vivienda en alquiler. Pero ¡ojo!: el desgobierno le indicará el precio a cobrar por tal alquiler.

En fin, tenemos en este desgobierno una pandilla de dementes, de cenutrios, de ágrafos, de badulaques, de bausanes, de catatónicos, de faramalleros, frenópatas, de gárrulos, de loquinarios, de perláticos mentales, de tarúpidos, de truchimanes, de . . .

¡Ah!, esperamos que a los marqueses de Galapagar y a los sociatas y “comuniatas” que tienen suntuosas y lujosas viviendas, no se les ocurra marchar y dejarlas vacías, oiga.