El título completo del libro es “Yo seré la última. Historia de mi cautiverio y mi lucha contra el Estado Islámico”, autora Nadia Murad, Editorial Plaza-Janés, noviembre 2017, 365 páginas. El libro consta de “Prólogo”, escrito por la abogada y asesora legal de Nadia Murad, Amal Clooney; “Primera parte”, páginas 17 a 123; “Segunda parte”, páginas 127 a 244; “Tercera parte”, páginas 247 a 356, y “Epílogo”, páginas 357 a 365. Dentro de la “Segunda parte”, entre las páginas 184 y 185, figuran unas fotografías de los familiares de la autora.
Someramente diremos que la autora es una mujer irakí
muy joven (nació en 1993), que recibió los premios Sajarov y el Václav Havel de Derechos Humanos en 2016,
y el Premio Nobel de la Paz en 2018. Todo un record.
El libro es sencillamente estremecedor. Nos cuenta la
autora, entre otras cosas, como fue torturada, violada y esclavizada
sexualmente por los yihadistas del Estado Islámico (EI), llamándonos la
atención el que los feministas, “feministos” y “feministes”, tales como Irene
Montero, Yolanda Díaz, Amelia Valcárcel Bernaldo de Quirós, el doctor
Sancheznstein y un largo etc, no hay comentado nada sobre este libro, callando
como zorros, zorras y “zorres”. El silencio ya no es clamoroso, sino atronador.
En la contraportada del libro se lee que las tropas
del Estado Islámico irrumpieron en la pequeña aldea en la que vivía Nadia al
norte de Irak, “donde la minoría yazidí llevaba una vida tranquila, y
cometieron una masacre. Ejecutaron a hombres y mujeres, entre ellas a su madre
y a seis de sus hermanos, y los amontonaron en fosas comunes. A Nadia, que
entonces tenía veintiún años, la secuestraron, junto a otras miles de jóvenes y
niñas, y la vendieron como esclava sexual. Los soldados la torturaron y violaron
repetidamente durante meses, hasta que una noche logró huir de milagro por las
calles de Mosul. Así emprendió su largo y peligroso viaje hacia la libertad”.
Nos cuenta Amal Clooney en el “Prólogo”,
refiriéndose a Nadia, que los combatientes del Estado Islámico (EI), “la
obligaron a rezar, la obligaron a vestirse y maquillarse como preparación para
su violación, y una noche fue víctima de abusos sexuales por parte de un grupo
de hombres hasta quedar inconsciente”.
En la página 13 de dicho “Prólogo”, siguen Amal
Clooney:
“Como abogada defensora de los Derechos
Humanos, mi labor a menudo consiste en dar a los que han sido silenciados: al
periodista encarcelado o a la víctima de crímenes de guerra que lucha porque
llegue el día en que pueda presentar su caso en los tribunales. No cabe duda de
que el EI intentó silenciar a Nadia cuando la secuestraron y la esclavizaron,
la violaron, la torturaron y mataron a siete miembros de su familia en un solo
día”.
Estremecedor es lo que se lee en la “Segunda Parte”,
Apartado 3, páginas 152 y 153.
En fin, recomendamos leer este extraordinario libro,
aunque el fanatismo de muchos, muchas y “muches”, unido a la ignorancia y a la
sandez, les impedirá hacerlo.
Seguro que pensarán que si lo que se narra en este
libro ocurriese bajo la religión cristiana, ¡quién vería a dichos feministas,
“feministos” y “feministes” levantarse de las patas de atrás!
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