En sucesivas entregas iremos viendo personajes y cosas de Asturias, ignorados e ignoradas por la inmensa mayoría.
Hoy comentaremos algo del pintor español Juan Carreño de Miranda, que tiene
algunas calles de Asturias con su nombre, aunque a veces con el apellido
incorrecto porque se suprime la “de”.
“Procedente
de una ilustre familia, nació en Avilés el 25 de marzo de 1614. Desde 1626
aprendió en Madrid el dibujo con el maestro Pedro de las Cuevas y, poco
después, el colorido con Bartolomé
Román, teniendo en 1650 estudio propio, muy concurrido por numerosos discípulos
y personas notables, por cuyo motivo no vino a Asturias en 1657 cuando fue
nombrado alcalde de hijos-dalgo por los de su patria. Con mediación del
inmortal Velázquez, comenzó a pintar en el real Alcázar y, creciendo su fama,
fue nombrado pintor del rey en 1659, por Felipe IV, y pintor de cámara y ayuda
de aposentador, en 1671, por Carlos II, quien le estimó sobremanera con su
madre la reina gobernadora doña Mariana de Austria, otorgándole la cruz y
hábito de Santiago, que Carreño admitió con la mayor modestia.
Pintó
numerosos cuadros y asuntos religiosos para monasterios e iglesias de las
capitales y provincias de Toledo, Salamanca, Zamora, Pamplona, Vitoria,
Cáceres, Granada, Segovia y muchos para Madrid, así como retrató varias veces
al rey D. Carlos II, a su madre, a su esposa doña María Luisa, a D. Juan de
Austria y otros personajes ‘grandes’ y ‘pequeños’ de la corte. En varios Museos
de Europa se conservan obras del pintor asturiano Carreño, digno sostenedor
de la escuela de Velázquez, como en el de Madrid y los de Francia, Inglaterra,
Alemania y Rusia. Murió en Madrid en 1685”.
Fuente : Almanaque Asturiano de « El Carbayón »,
1881.
Continuará.
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