En sucesivas entregas iremos viendo personajes y cosas de Asturias, ignorados e ignoradas por la inmensa mayoría. Veremos, por ejemplo, que Asturias ya se llamaba Provincia de Oviedo en el año 1.833. Decimos esto porque los de la internacional de la mentira, del odio y del terror siempre transmitieron que Asturias pasó a llamarse Provincia de Oviedo, porque la esposa de Franco, Carmen Polo, era de esta ciudad. Como sabrán, esta señora nació en junio de 1.900. Sin comentarios.
También veremos escritos y poesías casi inéditas de
Campoamor, Vital Aza, etc, etc., así como diversas crónicas de aquellos años.
Y para empezar, comenzaremos por qué a la Catedral de
El Salvador de Oviedo se la denomina también Basílica.
« La Catedral Basílica de Oviedo »
« Como una especie de complemento de las
noticias que hemos tenido la curiosidad de reunir en el Santoral que precede,
relativas a las fiestas que en las iglesias de Oviedo se celebran durante el
año, vamos a escribir algunas líneas explicando lo que gran parte de público
quizá ignore; es a saber: el por qué de la denominación de Basílica que, de
algunos años a esta parte, se viene dando a nuestra Santa Iglesia Catedral.
Eran las basílicas, en la antigua Roma,
edificios públicos destinados a prestar servicios muy variados, como
contrataciones mercantiles, administración de justicia, respuestas de abogados
y otros. Estaban cerca del forum, y por eso, tratando de su construcción,
Vitruvio comprende ambos parajes bajo un solo capítulo De foris et hasilicis.
Solían tener las basílicas tres naves, la
central mayor, y de menos altura las laterales, y terminaba el edificio en un
semicírculo, cuyo techo, en vez de cielo raso, era de bóveda; y en ese recinto
excepcional tenía su asiento el magistrado.
Fácil es de colegir que, dada por
Constantino la paz a la Iglesia, los cristianos adoptarían como sitio para sus reuniones
religiosas estos locales, que eran de los más extensos y capaces en Roma y en
otras ciudades, y que fácilmente se convertirían en iglesias con solo destinar,
en el fondo de la nave principal y
paraje ya citado, un punto para emplazar en él el altar, donde el Santo Sacrificio
hubiera de celebrarse ante el pueblo, y en torno el asiento del obispo y el
puesto que los demás del clero debían ocupar. De aquí el que desde entonces la
palabra basílica comenzara a tener un
significado concreto y restringido; ya que no aceptemos la versión de los
que—como Bergier—dicen que fueron así llamadas
desde el siglo IV las iglesias, por repugnar a algunos cristianos
darles el dictado de templos, que habían
tenido los consagrados con este nombre a las falsas divinidades.
II
Entre todas las Basílicas cristianas, la
de más venerable antigüedad fué, sin duda alguna, la del Salvador, en Roma;
edificada por Constantino sobre el monte Celio, comúnmente llamada de San Juan
de Letrán, o in Laterano, por las dos capillas que, dedicadas a los santos
Juanes Bautista y Evangelista, se erigieron en su baptisterio. Y, cualesquiera
sean los monumentos que en siglos posteriores vinieron a enriquecer el arte cristiano en la capital
del orbe, y no obstante la nombradía que
las de San Pedro y San Pablo por especiales razones llegaron a obtener, es lo
cierto que la iglesia de Letrán, llamada por Gregorio IX la primera Basílica
del mundo cristiano, como tal es y fue considerada siempre por los Pontífices,
y el aniversario de su Dedicación, bajo el título del Salvador, tiene
consagrada en el año una festividad, la del 9 de Noviembre; considerándose esta
iglesia como la primera del mundo católico en dignidad, y madre y cabeza por
ende de las demás Iglesias. En ella se conserva el altar en que el Príncipe de
los apóstoles celebraba el incruento Sacrificio; y a la historia gloriosa de
esta iglesia esáa vinculado el recuerdo de los cinco Concilies generales en
ella reunidos.
III
Honra insignísima pues, y muy señalada es para cualquiera
iglesia del mundo católico estar unida y agregada a la Basílica Lateranense:
distinción que consiguió para la Santa Iglesia Catedral de Oviedo el
ilustrísimo y reverendísimo Sr. D. Benito Sanz y Forés, prelado de quien la
diócesis y su primer templo conservarán imperecedero recuerdo.
Consta dicha agregación del Breve Pontificio
de 30 de Setiembre de 1870, expedido por la Santidad de Pio IX, de feliz
memoria.
En su virtud, y conforme a la Bula de
Benedicto XIV de 6 de Mayo de 1751 y al Rescripto de Pio VI de 2 de Diciembre
de 1780, los fieles de ambos sexos que, previa
Confesión y Comunión, visitaren la BASILICA OVETENSE, rogando a Dios por
los fines de costumbre, lucrarán Indulgencia Plenaria en cada una de las
festividades siguientes, desde las primeras vísperas hasta ponerse el sol: Ascensión del Señor,
Natividad de San Juan Bautista, santos apóstoles Pedro y Pablo, San Juan
Evangelista, y Dedicación de la Basílica Lateranense (9 de Noviembre).
Hay, además, concedidas considerables
indulgencias parciales y remisiones en las fiestas de los demás santos
apóstoles; en todos los días de Adviento y de Cuaresma, y en aquellos que el
Misal Romano señala como de Estación en la Basílica Lateranense, siendo entre
estos Plenaria la Indulgencia del Jueves Santo.
IV
Este rico tesoro de gracias espirituales
obtuvo la Iglesia de Oviedo, mediante su agregación a la Basílica del Salvador
de Roma; y la piedad y devoción de los, fieles de la ciudad y de la diócesis no
podrán jamás olvidar el nombre del virtuoso y sabio Pastor que, al impetrar
para su templo Catedral denominación tan señalada, perpetuó en el mismo tan
valiosos elementos de santificación. Al dejar esta provincia, llamado por Dios
a regir la Iglesia de Valladolid, las generaciones venideras conservarán con
respeto y agrado el recuerdo del Sr. Sanz y Forés, tan desprendido y activo al
restaurar el magnífico retablo de la Capilla mayor, y emprender otras obras
análogas de importancia, como solícito del bien espiritual de sus hijos y del
esplendor de su iglesia principal, al agregarla a la iglesia Lateranense, para
que en lo sucesivo fuera la Santa Catedral BASILICA de Oviedo ».
J.A.A.
Fuente : El Carbayón, noviembre 1881.
Continuará.
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