martes, 18 de enero de 2022

El respeto de los “internacionalistas”


 

Ya hemos hablado muchas veces en este blog de los de la internacional de la mentira, del odio y del terror. Hablan mucho de democracia, de libertad y de respeto, pero es mentira: sólo lo dicen de boca para afuera.

En los últimos 150 años tuvo lugar un hecho que ha traído, y sigue trayendo, problemas y más problemas para la Humanidad: la negación de la existencia del Dios cristiano, mientras que de otros no se dice ni pío por las razones que todos conocemos.

Desde la manoseada frase marxista “la religión es el opio del pueblo”, siguiendo por la leninista “toda referencia a Dios es un autovómito despreciable”, y continuando por el judío Marx que expresaba que uno de sus objetivos era destronar, derribar, derrocar, etc, a Dios, hasta el día de hoy, no solamente ya no se cree en Él, tratando de imponer la negación de su existencia, sino que no hay ni el más mínimo respeto hacia las personas creyentes. El manual y el panel ideológico así lo exigen. Esto trae como consecuencia que ya no se crea en ninguna autoridad moral. La humanidad tiene la suficiente para decretar y sentenciar sus pautas, cánones, reglas y normas morales y sólo ante ella hay que rendir cuentas.

Como es sabido, hay un modelo standard de pensamiento muy extendido, llamado relativismo moral, que exige, manda, ordena y obliga a no ser árbitros y jueces de nada ni de nadie, diciendo estos “relativistas” de forma machacona que todo es relativo. Si esto es cierto, esta afirmación es absoluta, luego ya no es todo relativo. La misma frase es una encerrona.

¿Cómo se arreglará la Humanidad para instaurar y establecer los conceptos del bien y del mal, o para saber lo que hay que hacer o deshacer? Ante esta situación, la gente hace lo que le da la gana. Da pánico echar un vistazo general a la Humanidad de nuestros días: odios, rencores, enfrentamientos, pugnas, insultos, agravios, ofensas, ultrajes, desavenencias, desacuerdos, discrepancias . . .

De forma subliminal, y a veces, de forma feroz y cruel, se divulga y se transmite que la Humanidad tiene la suficiente capacidad y solvencia para corregir y solucionar sus dificultades y problemas, siendo la religión la causante de dichas dificultades y problemas. En un foro marxista de internet, un individuo pedía “cloro al clero”. Vale más no comentar.

Por otra parte, estos “internacionalistas” no dicen ni pío sobre los miles, o quizá millones, de personas que hay por todo el mundo dedicándose de forma generosa, magnánima y desinteresada, a ayudar, atender y cuidar a esa otra Humanidad que lo requiere y lo necesita. Obviamente, callan como zorros omitiendo que estas personas actúan mor motivos religiosos.

Estamos viendo que el ateísmo cada día tiene más partidarios, seguidores, adictos y adeptos. Sin embargo, dichos “internacionalistas”, tampoco dicen nada de los crímenes, asesinatos, horrores, pánicos, terrores, pavores, etc, que trajeron las ideologías que no creían, ni creen en Dios. No hay más que dar un repaso a la historia relativamente reciente del mundo, y concretamente de Europa, que quedó inmersa en un baño de sangre. Estas ideologías, de las que aún hay por ahí sirvientes, lacayos, emisarios y voceros, pregonaban, y pregonan, que la Humanidad iría evolucionando hasta conseguir la perfección, no habiendo sitio para Dios, porque la religión es absurda, ilógica e irracional, y sólo lo natural y lo material tienen auténtica dimensión.

Aparte de esto, y ante el candente tema de la homosexualidad, dichos “internacionalistas” despotrican contra la religión cristiana por no admitir este asunto. El Islam no solamente no admite esto, sino que ahorca y dilapida a tales personas. Pero de esto, ni mu.

Por otra parte, algunos “intelectuales internacionalistas” se autodefinen como darwinistas. Si esto fuese cierto, serían antihomosexuales. Piensen un poco, aunque a lo mejor jamás leyeron a Darwin.

Nota.- Recomendamos leer los artículos “Más allá de Darwin” y “Darwin y Marx”, insertados en este blog con fechas 4 y 6 de enero de 2019, y 1 de febrero del mismo año.



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