Este es otro hecho que los de la internacional de la
mentira, del odio y del terror, se callan: la persecución del comunismo a los
homosexuales, sodomitas, gomorritas, maricones, o como quieran ustedes
llamarlos.
Como ya sabrán, miembros y “miembras” del comunismo
figuraron, y figuran, en manifestaciones de los de la LGTB (no confundir con
Lérida, Gerona, Tarragona y Barcelona).
En el libro “El
origen de la familia, de la propiedad privada y del Estado”, escrito por F.
Engels en dos meses en el año 1884, y que el autor consideraba como “en cierto grado un cumplimiento del
testamente” de Karl Marx, y que el siniestro Lenin asimismo consideraba
como “una de las obras fundamentales del
socialismo moderno”, libro publicado por Editorial Sarpe, Madrid 1983, 304
páginas, pues eso, en el citado libro comenta Engels la degradación y
degeneración de los antiguos griegos que “cayeron
en la abominable práctica de la sodomía”.
Tal persecución estuvo vigente en Bulgaria, Alemania
del Este, China, Corea del Norte, Hungría, Polonia, Rumania, Laos, y en la
destartalada URSS. En el “modelo referencial”, es decir en Cuba, el también siniestro
Che Guevara los llamaba “putos”. Y el sátrapa Fidel Castro, como ya hemos dicho
en otra ocasión, llamó “mariconsón” a
uno que le había gastado una broma telefónica.
En la implosionada URSS, a los homosexuales se les
obligaba a dormir junto a las letrinas.
En el libro de Nicolás Márquez y Agustín Laje
intitulado “El libro negro de la nueva
izquierda”, comentado en este blog con fecha 22 de noviembre de 2023, se
lee que “Entre 1934 y 1980 fueron
condenados cerca cincuenta mil homosexuales al Gulag”.
Los
periódicos del régimen comunista de la URSS “Pravda” e “Izvestia”, publicaban
en mayo de 1934 lo siguiente:
“En
la tierra donde el proletariado gobierna valientemente y con éxito, la
homosexualidad, con su efecto corruptor sobre los jóvenes, se considera un
delito social punible bajo la ley. En contraste, en la ‘tierra
cultivada’ de los grandes filósofos, eruditos y músicos, se practica libremente
y con impunidad. Ya hay un dicho
sarcástico: ‘Destruid la homosexualidad y el fascismo desaparecerá’ ”.
También la Gran Enciclopedia Soviética,
abundaba sobre el tema:
“El origen de la
homosexualidad está vinculado a las condiciones sociales cotidianas; para la abrumadora mayoría de las personas
que se entregan a la homosexualidad, estas perversiones se detienen
tan pronto como la persona se encuentra en un ambiente social favorable… En la sociedad soviética con sus costumbres
sanas, la homosexualidad como una perversión sexual se considera vergonzosa y
criminal.
Volviendo a “Manguito”, es decir, a
Fidel Castro, en 1965 decía:
“Nunca hemos creído que un homosexual pueda personificar las condiciones
y requisitos de conducta que nos permitan considerarlo un verdadero
revolucionario. Una desviación de esa naturaleza choca con el
concepto que tenemos de lo que debe ser un militante comunista”.
Visto lo
anterior, ¿cómo es que militantes y jefes comunistas participan en
manifestaciones del “Día del orgullo gay”, y en otros actos? Lo de siempre: de
la doctrina marxista-leninista no tienen ni idea, por mucho que digan lo
contrario. (Conocimos personalmente a uno que decía que era un comunista
convencido, “nada de prendido con alfileres”, que vivía, y vive, con
gran opulencia y con un buen coche y que, después que lo defenestraron del
partido, se fue a trabajar a una empresa privada).
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