Recordarán que José Calvo Sotelo, vilmente asesinado
durante la Segunda República española, dijo aquello de “Prefiero una España
roja, antes que una España rota”. Pero al cubiletero que tenemos en el
desgobierno, seguro que prefiere las dos cosas.
Cuando se pacta con separatistas que no se sienten
españoles, siendo incluso antiespañoles, es un acto de traición a España. La
inmensidad de improperios, insultos, ultrajes, agravios, etc, que esta gente
lanza sobre nuestra Patria están a la vista.
Pero, claro, oiga, a veces hablamos de España y nos
ponemos junto a su bandera. El fariseísmo, el cinismo, el impudor, etc, de este
cubiletero, son de grandes cotas.
En fin, el odio que se siente por España no ha
desaparecido. Se apela a todos los medios y alianzas para despedazarla, y a lo
mejor ensangrentarla.
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