“Nacido en Guetaria (Guipúzcoa en 1476, murió en alta mar en 1526".
"Estaba Magallanes en Sevilla buscando
gente para una expedición de cinco navíos que estaba preparando, cuando se le
presentó un muchacho recio como un roble ofreciéndose para el equipo.
Magallanes sonrió: ya le conocía. Le aceptó inmediatamente y de dio el mando de
uno los cinco navíos. Y la expedición se lanzó al mar.
Llegaron a la vista de América y empezaron
a bordear la costa en dirección al Sur. No sabían dónde terminaba la tierra
americana, pero esperaban encontrar algún paso o estrecho que uniera el mar Atlántico
con el Pacífico, que entonces se llamaba Austral. El caso es que encontraron
dicho paso, al que le dieron el nombre de Estrecho de Magallanes.
Con pérdida de dos barcos, entró la
expedición en el Pacífico, nombre que los españoles le pusieron. Tocaron en
varias islas muy pobres, no encontraron alimentos, sufrieron dolorosísimas
privaciones, y un viento fuerte los arrastró durante varios días, hasta ponerlos
en contacto con el archipiélago filipino. Desembarcaron los españoles en la
isla de Cebú; un misionero que llevaban celebró la Santa Misa, los indígenas se
hicieron amigos de los españoles y muchos de ellos pidieron ser bautizados.
Pero, en cambio, los de otra isla próxima eran más feroces: cayeron sobre los españoles,
mataron a Magallanes los demás tuvieron que reembarcar al mando de Elcano.
Éste, que ya no tenía más de dos naves,
recorrió las islas de Asia, dio vista al macizo ingente de África, lo bordeó
por el Sur, dobló el Cabo de las Tormentas, aguantaron tempestades horribles y
perdieron otra nave más.
En la única que quedaba, llegaron a las islas
de Cabo Verde; de allí a Sanlúcar, tierra española, y al fin a Sevilla, que
había sido el punto de partida. Es decir, que Juan Sebastián Elcano fue el primer
hombre del mundo que dio la vuelta al planeta Tierra. De cinco navíos sólo quedó
uno; de 237 hombres, sólo volvían 18. Habían tardado en dar la vuelta al mundo
tres años.
El emperador recibió a aquellos hombres
heroicos en Valladolid y les colmó de honores.
Más tarde volvió Elcano a organizar otra
expedición, siguiendo la ruta de Magallanes. Atravesaron de nuevo el Estrecho
de este nombre, entraron en el Pacífico y a poco cayó enfermo de fiebre.
Sintiéndose morir, llamó a la marinería, les rogó que siguiesen a las islas a
las que habían sido mandados por el emperador, y murió.
Los marineros, con las lágrimas en los
ojos, el envolvieron en una sábana, le rezaron un Padrenuestro y le dieron por
tumba el seno del mar.”
Fuente: páginas 68 y 69 del libro “Cien
figuras españolas. Biografías de españoles célebres”, autor Antonio J.
Onieva, Imprenta Casa Editorial “Hijos de Santiago Rodríguez”, Burgos 1951, 212
páginas.
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