Vamos a dedicar varias entregas a lo que se denominaban las “checas”, nombre procedente, como ya es sabido, de la policía política soviética, creada por Dzerzhinski en la Rusia de 1917, cuyo significado era “Comisión extraordinaria panrusa para la supresión de la contrarrevolución y el espionaje”.
Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos las checas que estaban en manos del gobierno que, lejos de ser un verdadero gobierno republicano respetuoso con todo tipo de libertades, las mentadas checas formaban parte del aparato represor de dicho gobierno. Tal ocurría con las checas ubicadas en Madrid, como la de Bellas Artes, Fomento, Altadell, Escuadrilla del Amanecer, Linces de la República, así como la de la calle Marqués de Riscal, la de Fuencarral, etc. Había también las checas que se denominaban Servicios Especiales, además de otro tipo de que eran los barcos-prisión.
Había otras que, sin pertenecer al gobierno, sí dependían de partidos políticos
y sindicatos. Tanto la CNT, como el Partido Comunista y el Partido Socialista,
tenían las suyas propias. (Sobre este tema recomendamos leer nuestro artículo
sobre el libro “El terror rojo en España. Epílogo: el terror blanco”,
autor José Javier Esparza, Ediciones Altera, abril 2007, 375 páginas, insertado
en este blog con fechas 30 de mayo y 1 de junio de 2017).
Las checas comunistas eran: calle Ávila, 9; Albuquerque, 18, en lo que se
llamaba “Casa Máximo Gorki”; Alfonso Heredia, 9, llamada checa de El Castillo;
Antillón, 4, checa del Puente de Segovia; Carretera de Aragón, 40, 129 y 151;
Ronda de Atocha, 21 y 23, conocida como Checa del Batallón Pasionaria;
Cartagena, 137, checa conocida con el nombre de la Guindalera; Carril del
Conde, checa que era de socialistas y comunistas; Hermanos Orozco, 3;
Españoleto 17 y 19; Carretera del Este, 39; Paseo de Extramadura, 36;
Francisco Rojas, 4; Ferrer del Río, 32; Francos Rodríguez,5; Fuenterrabía,2;
General Ricardós, 15, Cuartel Pasionaria; Goya, 80 . . . en fin, no seguimos
porque la lista es enorme.
Como puede verse, estas checas no eran obra de “incontrolados”, como nos están
espetando los “historieteros” de lo políticamente correcto de ahora, sino
que eran instrumentos de terror organizados, como ya hemos dicho, por partidos
y sindicatos en beneficio del Frente Popular. Por tanto, toda la
responsabilidad de aquellos viles asesinatos que se cometían en las checas, era
pura, llana y sencillamente, del gobierno frente populista.
En la próxima entrega veremos cómo y en qué sitios se instalaron las checas.
¿Figurará esto en la “memoria democrática”
de “Su Sanchidad” y de Sor Yolanda?
Continuará.
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