viernes, 30 de junio de 2023

La verdadera Historia, no la “memocrática” ( X X X I V ).

 


Vamos a ver algunos comentarios de ciertos comunistas de aquellos tiempos republicanos, como Jesús Hernández y Valentín González, alias “El Campesino”, por ejemplo.

El primero decía en “Acción Socialista” de fecha 15 de enero de 1952, lo siguiente:

“Durante la guerra y los largos años e represión franquista y represalia falangista, los nuestros ingresaron en las cárceles o cayeron atravesador por las balas . . .mientras las banderas de Stalin y de la URSS parecían surgir de sus labios. No resulta sorprendente que el Partido Comunista español hubiera subordinado su política entera a la ‘guía’ de Moscú. Tampoco es sorprendente que aquellos de nosotros que ‘dirigieron’ al Partido Comunista español obraran más como súbditos soviéticos que como hijos del pueblo español. Puede parecer absurdo e increíble, pero nuestra educación bajo la tutela soviética nos había deformado a tal extremo que estábamos completamente desnacionalizados; nuestro espíritu nacional nos había sido arrancado, reemplazándolo por un internacionalismo rabiosamente chauvinista, que empezaba y terminaba en las torres del Kremlin”. Sin comentarios.

“El Campesino” manifestaba en unas declaraciones suyas hechas al diario “Pueblo” madrileño con fecha 25 de enero de 1968, lo siguiente:

“El 1 de abril de 1939 escapé de la quema de un pesquero. Salimos de un puertecillo de Almería para Orán . . .El 13 salimos de El Havre en un buque soviético. Íbamos, como sardinas en lata, unos 350 comunistas incluidos los miembros del Comité Central del partido comunista español, varios diputados, jefes del Quinto Regimiento y de las Brigadas Internacionales, sobre todo alemanes. Todos éramos gente comprometida en la guerra. Nos dijeron que en la Unión Soviética estaríamos tranquilos y también que recibiríamos recompensas. . .

El 19 de mayo llegamos a Leningrado. Antes de desembarcar, la N.K.V.D. nos registró como si fuéramos criminales. No le di importancia. El puerto estaba engalanado con grandes retratos de Stalin, Marx, Lenin, Molotov y Beria. Nos recibió una comisión de gobierno, del Komintern, de los sindicatos y de la N.K.V.D. y unos niños del Konsomol nos entregaron ramos de flores. Al día siguiente fuimos trasladados a la estación de ferrocarril, de donde debíamos salir para Moscú. Recuerdo que me impresionó la miseria de la ciudad, lo sucias que estaban las calles y lo mal vestida que iba la gente. Muchos no tenían zapatos y llevaban enrollados a los pies trapos y papeles . . .


Creo que fue ese día cuando mi fe en el comunismo se desmoronó por completo. Estaba más claro que el agua que en Rusia los obreros vivían peor que en España y que la camarilla del partido y los generales se repartían las tajadas. ¡Igual que en cualquier país reaccionario, vamos!”

¿Figurará esto en la “memoria democrática” de “Su Sanchidad” y de Sor Yolanda?

Nota.- Recomendamos leer los comentarios sobre el libro “Mi fe se perdió en Moscú”, escrito por el miembro del PCE Enrique Castro Delgado, comentarios insertados en este blog con fechas 17, 18, 19, 20, 21 y 24 de abril de 2018.

Continuará.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog