viernes, 23 de junio de 2023

La intelectualidad


 Con motivo de una circunstancia por la que pasó un fatuo pedante marxista infumable, dijo que “lo más granado de la intelectualidad ha venido a verme” ¿A qué clase de intelectualidad se referiría? ¿Sería a la de su entorno, que no hacía más que desfigurar hechos y circunstancias, mintiendo y omitiendo?

Este pedante marxista, cuando se veía impotente para responder a determinados escritos que criticaban sus falsas afirmaciones, decía aquello de “cuide sus fuentes”, como si las suyas fuesen las verdaderas. Dichas fuentes eran Marx, Lenin, Marigella, A. Gramsci, etc,  y los libros publicado por la editorial Progreso de Moscú. De las obras escritas después de la apertura parcial de los archivos de la KGB soviética, ni mu.

Entre las barbaridades que dejó escritas, decía que Franco había vencido y derrotado a la democracia. Mentira. Franco lo que derrotó fue una causa revolucionario-separatista, como lo prueban las actuaciones, discursos y demás, de los que integraban el Frente Popular de aquel entonces.

Dicha “intelectualidad”, nada dice de la reconstrucción de España, que estaba en una situación dificilísima originada por las presiones y opresiones, como también por coacciones, influencia e imposiciones externas. Tampoco dice nada de que España llegó a ser la novena potencia mundial. Tampoco hablan nada de los éxitos alcanzados. Para eso están “la memoria histórica” y la “memoria democrática”, oiga.

En cuanto al tema de la República, dicha “intelectualidad” silencia lo que le conviene y destaca lo que le interesa. Así, por ejemplo, nada dice de aquel gobierno que, en su momento, armó al pueblo desencadenando lo que sucedió después: destitución de Alcalá-Zamora en medio de violencias y atrocidades, reconocidas por el mismísimo Azaña.

Tampoco dice nada esta “intelectualidad” de los enemigos internos que tenía, y tiene en estos momentos España. Se habla de la crueldad de Franco, pero de Lenin, de Stalin, de Mao, de Pol Pot, de Fidel Castro, del “Che”, de Carrillo, etc, etc, ni pío.

Y para terminar, esta “intelectualidad” ataca e insulta a todo aquel que no comparta sus prejuicios políticos, por mucho que se hable de libertad de expresión.



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