sábado, 17 de junio de 2023

Los dos grandes enemigos


 

Según la propaganda del manual, el socialismo tiene un enorme interés por la cultura, interés que no es otro que el de controlarla para dirigirla por los caminos que interesan a sus fines. Esto está más claro que el agua.

La Iglesia Católica es fuente de cultura, como es de sobra sabido. Y además la produce en cantidad y calidad, cosa que el socialismo es un auténtico parásito en este tema. A pesar de esto, el socialismo, aparte de utilizarla como arma propagandística, valiéndose de los poderosos medios de difusión ( y de confusión, en muchos casos), se atreve a dictar, y legislar, en una materia tan delicada como la educación. Al viejo y embalsamado proyecto de educación socialista, se opone la Iglesia Católica que, “manque” les pese, es una educación más completa y profunda. Además, no olvidemos que el cristianismo en general ha sabido defender mejor la cultura que el socialismo, durante su triste historia llena de miseria y de sangre.


Como recordarán (hay que "recuperar la memoria democrática", oiga), aquel nefasto presidente, sujeto intelectualmente obtuso, llamado Zapatero, y el actual doctor Sancheznstein, consideran a la Iglesia y a la familia como sus dos grandes enemigos para la aplicación de sus programas-proyecto, siendo la primera una institución predemocrática y la segunda otra institución que se mueve en ámbitos distintos, a pesar de hay quien dice que Jesús fue el primer socialista, cuando en realidad fue el creador de unas normas éticas y morales que el socialismo odia a muerte.


Solamente nos queda decir una cosa: la Iglesia se crece ante el castigo. Y que no nos vengan con el cuento de que el socialismo educa a “demócratas”. A esto responderemos que la Iglesia educa a personas para ser tales.

 


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