Vamos a dedicar varias entregas a lo que
se denominaban las “checas”, nombre procedente, como ya es sabido, de la
policía política soviética, creada por Dzerzhinski en la Rusia de 1917,
cuyo significado era “Comisión extraordinaria panrusa para la
supresión de la contrarrevolución y el espionaje”. Como decíamos en la anterior
entrega, en ésta veremos cómo y en qué sitios se instalaron las checas.
Como ya es sabido, aunque algunos lo
nieguen, la ubicación de las checas estaba en edificios que habían sido
confiscados ilegalmente a sus propietarios, dándose el caso de que muchas
estaban instaladas en iglesias y en edificios religiosos. El partido comunista
fue el que se llevó la palma: convirtió en checas el Convento de las Salesas de
la calle de San Bernardo, así como el Convento de la Plaza de las Comendadoras,
al igual que la iglesia de Santa Cristina, por citar algunos ejemplos.
Las detenciones que realizaban los chekistas, no tenían ninguna base jurídica,
ya que eran simple y llanamente denuncias anónimas. La mayoría de las veces lo
que se buscaba eran personas de partidos políticos, nunca del partido comunista
ni del socialista, así como personas pertenecientes a alguna agrupación o
congregación religiosa. Los nombres de estas personas estaban en poder de los
milicianos porque ellos habían asaltado y saqueado instituciones o centros como
los de Acción Católica o la Adoración Nocturna de Madrid, por poner dos
ejemplos.
El partido socialista no se quedó atrás en este asunto. La lista de las
personas que componían la Asociación de la Virgen Milagrosa cayó en manos de
dicho partido. Asesinaron vilmente a todas las que pudieron encontrar.
Y terminamos este tema sobre las checas con lo que nos dice D. César Vidal en
su libro “Paracuellos-Katyn. Un ensayo sobre el genocidio de la
izquierda”, Editorial LibrosLibres, S.L., 2005, 419 páginas, libro que está
comentado en este blog con fecha 7 de noviembre de 2016. En la página131 se lee:
“En el caso de los asesinatos rápidos, apenas unas horas después del momento
en que los chequistas detenían, la angustia, el malestar, la suciedad, el
hacinamiento, el hambre o las burlas duraban poco y eran la mera antesala del
tiro en la nuca o del fusilamiento ante una tapia”.
Nota.- La imagen es una iglesia profanada
en Valencia para representar una obra de teatro.
¿Figurará esto en la “memoria democrática” de “Su Sanchidad” y de Sor Yolanda?
En la próxima entrega veremos unas frases de Largo Caballero, el "Lenin español".
Continuará.
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