lunes, 31 de octubre de 2022

Personajes históricos. Guzmán el Bueno. (León 1256, Málaga 1309)


Su verdadero nombre, era Alonso Pérez de Guzmán, siendo hijo del Adelantado Mayor de Andalucía, duque de Medina Sidonia.

Sancho el Bravo lo tenía en alta estima, lo que hizo que una vez que Tarifa fue conquistada a los benimerines, le encargó la conquista de la Alcaldía, dándole la orden de defender a la población. Se trasladó rápidamente a esta localidad Guzmán el Bueno, llevándose a su esposa y al resto de su familia, excepto su hijo primogénito don Alfonso, que se había trasladado a Portugal acompañando al infante Don Juan.

Este personaje, celoso y envidioso, decía que tenía que vengarse de los ultrajes, ofensas y agravios provenientes del rey de Castilla. El asunto fue que tomó un barco en Lisboa, trasladándose a Tánger, poniéndose aquí de acuerdo con el jefe de los moros benimerines, Aben Yacub, prometiéndole su ayuda en el cerco que había puesto Tarifa. Dicho cerco se estaba prolongando bastante, y ni Guzmán el Bueno ni su ejército daban muestras de rendición, respondiendo con valor y arrojo a los ataques de los sitiadores.

Ante esta situación, el infante Don Juan le envió una misiva al valiente leonés, contestándole éste que no se rendiría nunca, y menos a un traidor a su rey ¿Qué fue lo que hizo el envidioso don Juan? Pues coger al primogénito de Guzmán el Bueno y llevarlo al pie de la muralla para que lo viera su padre, diciéndole lo siguiente: “Si no nos entregas la plaza, lo degollaré aquí mismo”, a lo que Guzmán contestó:

“Si no tenéis arma con qué hacerlo, ahí os arrojo la mía”, arrojándole su puñal. El traidor don Juan lo asesinó, lo que hizo que los moros, horrorizados ante este hecho, dejasen el sitio y regresaron a África.

Guzmán el Bueno fue recibido con gran alegría y demás en Alcalá, en donde le esperaba el rey, que le dijo:

“Merecéis ser llamado Bueno, y así os lo llamo, y vos así os llamaréis de aquí en adelante”.

Al poco tiempo se fue a la Sierra de Gaucín (Serranía de Ronda, Málaga) con el objeto de castigar a moros rebeldes. El caso es que cayó en una emboscada, muriendo valientemente.

Fuente: páginas 40 y 41 del libro “Cien figuras españolas. Biografías de españoles célebres”, autor Antonio J. Onieva, Imprenta Casa Editorial “Hijos de Santiago Rodríguez”, Burgos 1951, 212 páginas.

Continuará.




 

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