lunes, 24 de octubre de 2022

Verdades y mentiras del social-comunismo ( V I )


 

En la anterior entrega decíamos que en ésta comentaríamos algo sobre la destrucción de los valores éticos y morales, religión, familia, así como de la cultura, por parte del sistema comunista.

Como ya saben, según dijo el judío Carlos Marx en 1844, la “religión es el opio del pueblo” ( I ). También Lenin decía que “toda referencia a Dios es un autovómito despreciable”. Moraleja: el comunismo quiere que todo el mundo se oponga a Dios, y que se niegue y oculte todo lo divino, valiéndose de todos los medios habidos y por haber, como por ejemplo, la manipulación y manejo del “pueblo soberano” para que pervierta y dañe a la religión desde el interior. Como ejemplo de esto, ahí están varios escritos y textos religiosos, escritos por clérigos, y también por laicos, que muestran y exhiben comentarios y exégesis falsas sobre pasajes y argumentos religiosos, liando y enredando a la gente, a la que se le hace creer que los creyentes somos bobos, o fanáticos supersticiosos.

Otro asunto primordial para el comunismo es el aniquilamiento y destrucción de la familia, empleando argumentos y “razones” tales como la “ideología de género”, por poner un ejemplo, siendo esto un alarmante cambio y transformación de la sociedad actual.

En el campo político, no vamos a comentar nada, ya que lo hemos hecho varias veces en este blog pues, como ya saben, el sistema usa la bota, el bozal, el grillete, la zahúrda, el campo de concentración, el terror, el horror, la mentira, el oír, ver y callar, amén de no respetar la más mínima libertad.

Pero, claro, oiga, para que todo esto no se vea, se recurre a todo tipo de engañifas y embelecos, prometiendo  el “porvenir radiante de la Humanidad” y “el hombre nuevo”.

En la próxima entrega comentaremos algo sobre el asunto académico y la educación.

( I ) .- El párrafo completo de esta frase es: “La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón, el espíritu de una situación carente de espíritu. Es el opio del pueblo”.

No cabe duda de que esto le viene como anillo al dedo al comunismo. Si en vez de la palabra religión, se pone la palabra comunismo, el asunto está clarísimo.

Continuará.



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