En la anterior entrega decíamos que en ésta íbamos a
ver cómo el comunismo se muestra y se declara de muchas formas con el objetivo
de engañar. Vamos a ello.
El comunismo usa y utiliza apariencias y actitudes
opuestas y contradictorias con el objeto de engañar, es decir, unas veces se
muestra como un sistema democrático, con una economía libre y de mercado,
respetando la libertad de expresión, y un largo etc, cuando es precisamente
todo lo contrario a esto. Ahí está lo ocurrido durante el período denominado
“Guerra Fría”: hambrunas, asesinatos, crímenes, matanzas, campos de
concentración, purgas, etc, en China y en la URSS
El comunismo se vale de un montón de disfraces y de
velos para conseguir sus fines actuando, según convenga, bajo varios y
diferentes estandartes y banderas, hablando de progresismo, liberalismo,
neomarxismo, liberación sexual, lo “políticamente correcto”, el
“multiculturalismo identitario”, etc, etc.
El comunismo ha engañado, y engaña, negando su
violencia innata y sus crímenes, amén de sacrificar todo tipo de libertades individuales,
a pesar de hablar constantemente de igualdad de derechos por medio de la
legislación, en la que no está presente ningún valor moral.
Por otra parte, y como ya saben, personas fanáticas o
ignorantes, tienen la mente privatizada y estabulada por ilusiones, sueños,
quimeras, etc, sobre el comunismo. Estas personas que jamás vivieron en un país
comunista (conocemos varias personalmente con lujosas mansiones, automóviles
impresionantes y riquezas por doquier), obviamente viven aquí de forma espléndida.
Sobre esto comentaremos algo en la próxima entrega.
Continuará.
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