Uno los escritores preferidos de nuestra juventud era P.G. Wodehouse, concretamente su obra “Pobre, vago y optimista”, en la que el pobre Ukridge, protagonista de la novela, siempre que estaba punto de alcanzar la fortuna, se le escapaba de las manos. Este autor era un genio del humor, pero del humor fino inglés que te hacía que estuvieses con la sonrisa constante mientras leías el libro. Tal humor se refleja, por ejemplo, cuando dicen los ingleses que “Sólo en el resto del mundo se circula por la izquierda”. También se refleja cuando, por circunstancias climatológicas, no pueden atracar barcos ni aterrizar aviones en el Reino Unido: “el continente aislado”, o también “Europa aislada”, dicen. También Agatha Christie tenía su humor: “Cásate con un arqueólogo y cuanto más vieja te hagas, más encantadora te encontrará”.
Esto viene a cuento con motivo de eso que llaman la UE
que, por mucho que nos digan y nos mangoneen, en realidad no existe, a pesar de
lo que se decía en la época sociata del “gonzalato”: “¡Ya somos europeos”!
¿Se acuerdan? A lo mejor se refería a los europeos que venían de Chicago
a ver espectáculos.
Se quiso imitar en su día a EE.UU., pero allí, y a
pesar de todas las diferencias que hay entre los Estados que lo componen, los
norteamericanos tienen un denominador común: son patriotas, cosa que no son los
europeos. Cada uno es de su país y en algunos, como por ejemplo en esta España que
nos ha dejado el “zetapedos”, y en la actual “sanchista”, ni eso somos.
La suerte que tiene Europa es que los EE.UU. siguen
mirando para el Atlántico precisamente por Inglaterra. El día que les dé por
girar la vista y mirar para el Pacífico y desconectarse, vamos a saber lo que
vale un peine.
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