martes, 11 de octubre de 2022

El discurso de Carla Toscano (VOX) contra la ideología de género


 Como ya sabrán, Carla Toscano de Balbín es una política del partido VOX, y diputada en el Congreso. Pinchen en el siguiente enlace de YouTube, y verán lo que dice esta señora sobre la ideología de género. Por expresar libremente lo que piensa, esta diputada ha sido amenazada. Pinchen:

Discurso de Carla Toscano contra la ideología de género

Como sucede muchas veces, los vídeos son censurados y borrados de YouTube. Por si esto ocurriese, transcribimos textualmente lo dicho por esta diputada:

"Con la venia. Chesterton afirmó que algún día habría que levantar una espada por decir que el pasto es verde. Ese día ha llegado con esta Ley Trans que hoy nos ocupa, una ley que obliga a dar la espalda a la realidad y va a penalizar a quienes nos neguemos a ello.

Esta ley -cuyos contenidos hay que recordar que ya están en leyes promulgadas por el Partido Popular, por leyes autonómicas, por ejemplo la ley de la Comunidad de Madrid-, esta ley impone una única visión del mundo: la de la ideología de género. Una visión sin ningún respaldo científico, por el que la identidad sexual es una vivencia subjetiva, independiente del sexo biológico. Meten, cómo no, su fantasma favorito, el concepto de género como constructo social, y por lo tanto modificable a voluntad y subordinado a los deseos del individuo.

Es una propuesta disparatada pero entiendo que tentadora: recuerda aquel "seréis como dioses" del Génesis, porque pone en nuestras manos una realidad que creíamos inmutable y crea, con ello, una falsa ilusión de libertad. Pero la verdadera libertad no se construye de espaldas a la realidad, sino mirándola cara a caraLa libertad se construye con la verdad.

Y la verdad es que ustedes quieren construir un mundo basado en deseos, en autopercepciones, totalmente alejado de la realidad. Para ello, utilizan de forma miserable la tragedia de personas intersexuales, de personas que no se identifican con su sexo biológico, de adolescentes que padecen disforia de género, para pasar la apisonadora trans e imponerla a la sociedad.

Los casos de estas personas son trágicos, y lo que debemos hacer es apoyarles y acompañarles. Nuestra sociedad es capaz de ofrecer respeto y amparo a las personas intersexuales, a las personas transexuales, a los adolescentes con disforia de género... Pero este apoyo no puede ser desde una perspectiva ideológica. Tiene que ser desde una perspectiva médica, científica y sobre todo verdaderamente humana. Pero este mínimo de casos no justifica lo que esta ley pretende.

La verdad es que esta ley pretende fomentar la transexualidad bajo el pretexto de evitar la discriminación. ¿Fomentarla para qué? ¿No sería más sensato promocionar un modelo de familia abierto a la vida dado el invierno demográfico que estamos padeciendo en España? Pero no. Su labor de ingeniería social necesita niños y adultos rotos, sin identidad, porque nos quieren esclavos.

Esta ley incluye estudios, encuestas, consejos de participación de las personas LGTBI, campañas, distintivos a empresas por la promoción de la transexualidad, medidas de discriminación positiva laboral... ¿Qué tiene esto que ver con evitar la discriminación? Que por cierto, ya está penada en nuestro ordenamiento jurídico y además todas las personas LGTBI en España tienen los mismos derechos que el resto. Como tiene que ser.

No se trata de evitar la discriminación. Se trata de meternos la ideología de género en vena y crear privilegios. Los privilegios llegan al extremo de que si una persona trans denuncia a alguien porque se siente discriminado, invierte la carga de la prueba y será la persona denunciada la que tendrá que demostrar, no se sabe muy bien cómo, que no discriminó. Y dentro de esta promoción salvaje, llegamos al punto más intolerable de esta ley: los niños.

Señora ministra de Igualdad: usted, como buena totalitaria, quiere educar sexualmente a nuestros hijos. Usted se ha manifestado a favor de la corrupción de menores, ha hablado a favor del sexo entre menores y de menores con adultos, y si no era verdad se podría haber retractado. Ha tenido muchos días para hacerlo y no ha querido, lo que ha hecho es echar la culpa a la ultraderecha. Le ha faltado Franco y Putin.

Pero incluso obviando estas escandalosas declaraciones, que en un país normal le habría hecho dimitir, los españoles no estamos dispuestos a que adoctrine sexualmente a nuestros hijos. Se va a encontrar con muchos españoles llenos de una preocupación legítima, como esa aplastante mayoría de padres y madres que queremos con locura a nuestros hijos, independientemente de la ideología. Y usted no es nadie para ponerlo en duda, señora Montero, ni para presumir lo contrario, sino porque a esos padres y madres nos preocupa que nuestros hijos se embarquen en una guerra contra sus propios cuerpos, de por vida y sin marcha atrás, o porque nos preocupa que sean adultos estériles y medicados crónicos.

Señora Montero: no queremos que les hagan experimentar con sus cuerpos, no queremos que les hablen de masturbación, no queremos que les hagan dudar si son niños o niñas, no queremos que les eduquen de una forma distinta a nuestras creencias, y decir esto no es ser retrógrados ni fascistas ni antiguos. Esto es amar a nuestros hijos y velar por su pureza y su inocencia.

Y aquí llegamos al punto más sangrante de la ley: el cambio de sexo de los niños a efectos registrales. Un cambio de sexo que será posible desde los 12 años, en solitario a los 16. Contando con la madurez y la estabilidad del menor, como si madurez, estabilidad y menor no fuera un oxímoron.

Estos menores que sufren disforia de género suelen ser varones, son más o menos un 0,015%, y suelen ser varones porque en muchos casos durante el embarazo, cuando estaban en el vientre de su madre, tuvieron un déficit de testosterona, que luego se regula en la adolescencia de manera natural. Sí.

Lo que está ocurriendo ahora es que, a base de propaganda y de leyes como ésta, cada vez hay más disforia en adolescentes y en niñas. En Reino Unido, el número se ha incrementado un 4400% en los últimos 10 años. En Suecia en 1500%. Seamos serios: la disforia no se multiplica porque sí. Esto no es una disforia fisiológicaes una disforia cultural, porque son niños con problemas que son víctimas de su adoctrinamiento.

Y el cambio registral sólo es el primer paso. Antecede al cambio social, al cambio hormonal y después al cambio quirúrgico. Dicho de otra forma: a la mutilación irreversible.

Y conviene no olvidar que esta cadena de cambios brutales comienza con un autodiagnóstico. No quiero banalizar, pero para que entiendan el ejemplo, es como si una persona va a un psiquiatra, autodefiniéndose como esquizofrénico, y el psiquiatra estuviera obligado a tratarle y medicarle como un esquizofrénico.

El Estado no puede prevalecer sobre los padres y forzarles a desproteger a sus hijos en una fase vital de cambios y especial vulnerabilidad. El Estado no puede atar de manos a los padres ante las decisiones de sus hijos menores cuando éstos no tienen suficiente madurez.

Señores del gobierno: saquen sus sucias manos de nuestros hijos.

Y por cierto, señora Montero: mucha Ley Trans, mucha autopercepción, mucha "todos, todas y todes", que parecemos todos asturianos, pero cuando usted estaba embaraza de su hija anunció al mundo que era una niña. ¿Por qué? Por sus genitales.

Y respecto a los adultos, legislar en función de deseos o de autopercepciones degenera en fraudes de ley y en situaciones ridículas, absurdas e incluso peligrosas. Vamos a ver hombres que tendrán acceso a espacios de intimidad de mujeres, como cuartos de baño, duchas, y las mujeres no podrán hacer nada para evitarlo. Vamos a ver a hombres valiéndose fraudulentamente de esta ley para competir en deportes con ventajas físicas sobre las mujeres, con los perjuicios e injusticias que esto va a causar en el deporte.

Y además, siguiendo con el absurdo¿por qué nos centramos sólo en la autopercepción de sexo? Si lo que importa es como se sienta cada uno, ¿por qué no legislamos sobre autopercepción de edad, de nacionalidad, de estado civil o de situación laboral? ¿Se imaginan un mundo donde todos estén obligados a tratarnos como lo que nos sintamos? Puestos a legislar sobre autopercepciones e irrealidades, ¿por qué sólo respecto al sexo? Esta ley supone una discriminación sobre personas que se puedan sentir un ornitorrinco o Lady Gaga.

Pero a Vox, como siempre, no nos duelen prendas en reafirmar nuestro compromiso con el sentido común, con la familia, con los niños y sobre todo con la verdad, le pese a quien les pese, por mucho que nos criminalicen y que distorsionen nuestro discurso.

Puede que arrasen una o dos generaciones de españoles. Tal vez su veneno se extienda más, pero tengan claro que nos van a tener en frente defendiendo, ante todo, el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones, y defendiendo el papel soberano y heroico de la familia frente al Estado.

Señorías: hoy es el día de gritar: el pasto es verde, los niños tienen pene y las niñas vagina, el sexo es binario, la biología es real, la ideología de género es un cáncer, este gobierno es el más totalitario y destructivo de nuestra democracia, y Vox es el único partido que defiende y defenderá el bien, la verdad y la belleza".

 

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