Como ya saben, el plan principal de esta ideología es crear
un paraíso en el mundo. Para ello, usa y utiliza, erróneamente, el materialismo
con el objeto de eliminar todo lo espiritual de la persona, eliminación que
consiste, obviamente, en negar todo lo que suene a religión.
Dicho materialismo se inmiscuye en todos los ámbitos
del acontecer humano, ya sea en la economía, en la política, en la filosofía,
en la educación, etc, etc, destruyendo y eliminando todo lo tradicional de los
seres humanos que tengan que ver con la propiedad, la moral, la cultura, las creencias,
la familia, etc.
El judío Marx nos dice en “El Manifiesto Comunista”
sobre esto:
“La revolución comunista es la ruptura más
radical con las relaciones de propiedad tradicionales; nada es de extrañar
que su desarrollo involucre la ruptura más radical con las ideas
tradicionales”. Sin comentarios.
En cuando a la base social de cualquier país
normalmente constituido, es decir, la familia, el comunismo afirma
gratuitamente que la familia es una expresión, por llamarlo de alguna manera,
del capitalismo, y por tanto hay que eliminarla.
En cuanto al tema económico, toda persona tiene el
derecho a la libertad y a obtener beneficios por medio del trabajo. El
comunismo persigue eliminar la libertad y la
propiedad privada, así como el expropiar bienes, llevándole al total y
absoluto control del quehacer económico.
¿Qué dicen sobre esto los
ricachones y ricachonas comunistas? Pues sencillamente nada. Callan como
zorros, zorras y “zorres”
Continuará.
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