En unas entregas, comentaremos, entre otras cosas, la persecución y guerra constante del sistema comunista contra los valores, dignidad de las personas, intento de destrucción y aniquilamiento de la familia, ataques a la moral, a la religión, fomento de desórdenes sociales, etc, etc. Como siempre decimos, hay que “recuperar la memoria histórica”, ahora “memoria democrática”, oiga.
Como ya saben, la caída del comunismo comenzó con las revoluciones de 1989 que se llamaron “El otoño de las Naciones”, ya que se produjeron en esta estación, y que terminaron con lo que se denominaba Guerra Fría.
Dichas revoluciones comenzaron en la Europa central y del
Este, provocando la desaparición en poco tiempo de las naciones socialistas al
estilo soviético.
Como recordarán, el asunto empezó en Polonia,
produciéndose posteriormente revoluciones en Checoslovaquia, Alemania del Este,
Hungría y Bulgaria. Mención especial merece el caso de Rumania que fue la única
nación que destituyó de forma violenta el régimen comunista, ejecutando a su
presidente Nicolae Ceausescu en diciembre de 1.989.
Los indicios de aquellas revoluciones fueron, entre
otras cosas, lo que Mijail Gorbachov llamó la “perestroika”, que era un intento
y un paso para rehabilitar el sistema político y económico de la URSS, aunque
en 1986 también Gorbachov hablaba de “glásnot”, es decir, apertura.
La desaparición y hundimiento de la URSS, amén de los
sistemas comunistas de la Europa oriental, hicieron creer a muchas personas que
el comunismo había pasado a la historia, aunque aún hay sistemas comunistas
tales como en Cuba, en Corea del Norte, y los aprendices de Venezuela, Bolivia
y alguno más, que tratan de imponer el comunismo bajo el lábaro de la
democracia, libertad, respeto, etc, etc, que luego pisotean cuando se hacen con
el poder.
Como ya está sobradamente demostrado, aunque hay
mentes cerriles y fanáticas que no lo admiten y reconocen, el comunismo genera
hambre, guerras, odios, mentiras, tiranías, terror y horror, entre otras cosas.
Como y saben, a comienzos del siglo X V I I I, Europa
era un continente turbulento y belicoso. Entre otras cosas se promocionó, se
apoyó y se promovió el materialismo y el
ateísmo. Así nació en 1848 “El manifiesto comunista” del judío Karl Marx que,
entre otras cosas, promovía la destrucción y aniquilamiento de las clases sociales,
de las religiones, de las empresas y de un largo etc.
Como ya saben también, este sistema trataba, y trata,
de expandir a nivel mundial su ideología, con el objetivo de minar y corromper
las naciones y crear un sistema y un régimen mundial: “el paraíso en la Tierra”
, “el hombre nuevo” y el “porvenir radiante de la Humanidad”.
Continuará.
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