Diego Gelmírez (1066-1140), fue un arzobispo de Galicia amigo de los franceses, promoviendo y organizando entre éstos peregrinaciones a Santiago de Compostela, santuario en el que se guardan los restos de Santiago el Mayor, apóstol de Jesucristo, conocido como “hijo del trueno”. Poco a poco fueron llegando multitudes de peregrinos por lo que es llamado “camino de Santiago”, perfectamente señalado por la Vía Láctea ( I ).
Gelmírez
fue una persona de carácter emprendedor y laborioso, amén de estar dotado de un
genio poco corriente. Congregó, convocó y celebró el Concilio hispano, en el
que estuvieron presentes ocho obispos.
Tenía
una gran preocupación: tener unas embarcaciones para defender las costas de
Galicia de probables y posibles invasores. No cabe duda de que este objetivo
era difícil, pero lo consiguió con la ayuda popular.
Con la
reina Urraca, a la que apodaban “La Temeraria”, tan pronto estaba amigado como
enfadado, dándose la circunstancia de que un día dos nobles se rebelaron contra
ella. La reina, no dudando de la lealtad y fidelidad de Gelmírez, le encargó
que se apoderase de los castillos de los sublevados, cosa que hizo.
La
respuesta de los dos rebeldes fue inmediata: llamaron a los normandos para que
invadiesen las costas gallegas, cosa que aceptaron con la intención, además, de
atracar, robar y desvalijar a los españoles. Pero esto no se llevó a cabo
porque Diego Gelmírez sacó su escuadra enfrentándose y combatiendo contra los
invasores, produciéndoles tales desastres que no les quedó más remedio que huir.
Gelmírez
es considerado como el primer fundador y creador del poder marítimo español.
Fuente: páginas 26 y 27 del libro “Cien figuras españolas. Biografías de españoles célebres”, autor Antonio J. Onieva, Imprenta Casa Editorial “Hijos de Santiago Rodríguez”, Burgos 1951, 212 páginas.
( I ) .- Los peregrinos que iban a Santiago desde Europa, utilizaban la situación y posición de la Vía Láctea, como detalle y referencia para seguir el camino y conseguir llegar a su destino.
Continuará.
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